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TEMA: Recuerdos de nuestro Patrimonio |
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| Ermita del Amparo, dibujo a plumín de Juan Antonio del Sol Hernández. |
Origen en el siglo XVI El Hospital de Nuestra Se�ora del Amparo se estableci� junto a la ermita hom�nima en la actual calle de Carreras de Medina del Campo. Su funci�n era atender a pobres y enfermos, dentro de la amplia red de hospitales y cofrad�as que exist�an en la villa en esa �poca.
Patrocinio y reformas.
En el siglo XVII, el can�nigo Juan Gil de Qui��nez, canónigo de la Colegiata, patrocinó la reparación en el siglo XVII, patrocin� obras de reparaci�n y mantenimiento del hospital, asegurando su continuidad.
Relaci�n con la cofrad�a.
La existencia del hospital estuvo ligada a la cofrad�a de Nuestra Se�ora del Amparo, que promov�a la devoci�n a la Virgen y sosten�a la instituci�n. En la ermita se conserva una talla policromada del siglo XVI de la Virgen del Amparo, adem�s de lienzos del Cristo de Burgos, la Virgen de Gracia y la Virgen de la Soledad.
Declive y desaparici�n
Con el paso del tiempo, el hospital dej� de funcionar como tal. Hoy en d�a, solo la ermita del Amparo permanece como testimonio de aquella instituci�n asistencial. El edificio es de propiedad municipal y sigue siendo un espacio de culto.
Hospital de Ntra. Sra. del Amparo: Única construcción del conjunto hospitalario del mismo nombre.
Actualmente es de propiedad Municipal y en ella se venera la imagen de Nuestra Señora del Amparo, cofradía a la cual se debe su existencia.
Está ermita está situada en la actual calle de Carreras. En ella existe, una talla del siglo XVI, policromada de la Virgen del Amparo y unos lienzos del Cristo de Burgos, Virgen de Gracia y de La Soledad.
Contexto hist�rico
Medina del Campo lleg� a tener m�s de una docena de hospitales entre los siglos XV y XVII, muchos vinculados a cofrad�as y �rdenes religiosas. El Hospital del Amparo fue uno de los m�s modestos, en contraste con otros grandes centros como el Hospital de Sim�n Ruiz (fundado en 1591), que se convirti� en referente regional.
SITUACIÓN
EN EL PLANO NÚM. 64 |
