| 
          
            |  |  
            | Ignacio 
              Sánchez López |  | 
    
  
  Don 
    Ignacio Sánchez López, doctor en Letras, murciano 
    de nacimiento, llegó a Medina del Campo prácticamente 
    recién salido de la Universidad con su título 
    de profesor, para poner en marcha una vieja aspiración 
    que teníamos en esta tierra en materia educativa, la 
    creación de un Instituto de Bachillerato, dentro de 
    la normativa existente en aquel tiempo: Un instituto Laboral 
    especialidad agrícola y ganadera, en una población 
    como Medina del Campo, centro neurálgico de una comarca 
    eminentemente agropecuaria.
  
    
      
        | 
          
            |  |  
            | Imposición 
              de la encomienda de la Orden de Alfonso X "El 
              Sabio por el señor Ministro Rubio y García 
              Mina al Director del Centro D. Ignacio Sánchez 
              López |  | 
    
  
  El 
    Instituto Emperador Carlos V, o Instituto Laboral, como le 
    conocemos todos los medinenses, pese a distintos cambios de 
    nombre que le dieron en el tiempo, se instaló en un 
    restaurado edificio palaciego 
      de los Dueñas, y don Ignacio fue directos muchos 
    años, compaginando la labor docente con puestos diversos 
    en la vida municipal; concejal y alcalde de la Villa. 
  Años 
    difíciles aquellos, tanto para quienes ocupaban cargos 
    políticos, como para quienes hacíamos crítica 
    periodística. Coincidí con don Ignacio, él 
    en la Alcaldía de Medina del Campo, y yo iniciándome, 
    todavía muy joven, en el mundo del periodismo local 
    en "La Voz de Medina". 
    Tiempos difíciles, digo, por la 
    censura férrea existente 
    de aquel régimen. Sin embargo, pese a que en muchas 
    ocasiones y guardando la distancia abismal entre un catedrático 
    en Letras y un aprendiz de periodista, le "dimos caña", 
    como se dice ahora. Siempre educado, cordial, afable, nunca 
    tuvo un mal gesto de soberbia o animadversión, encajaba 
    las críticas y los comentarios con auténtico 
    talante, al tiempo que siempre estaba dispuesto al diálogo 
    y a la entrevista, porque las puertas de su despacho y su 
    teléfono siempre estuvieron abiertos, dispuesto a darnos 
    la información precisa.
  
  Después, 
    a lo largos de los años, la relación de amistad 
    fue entrañable y sincera. 
    En más de una ocasión, el menos en vísperas 
    de las sanantolineras fiestas de Medina del Campo, recordábamos 
    en algún artículo que la restauración 
    de los famosos y tradicionales encierros de novillos se hico 
    en la década de los setenta, siendo alcalde Ignacio 
    Sánchez López. Me llamaba por teléfono, 
    para agradecerme el detalle de la puntualización y 
    recordarlo, aunque me comentaba con fraternal afecto: "Algo 
      bueno hicimos, aunque nos criticasteis mucho".
  Don 
    Ignacio Sánchez siempre estuvo como timbre de honor, 
    y así se reflejó en su esquela de fallecimiento, 
    estar en posesión de la encomienda de Alfonso X El 
    Sabio, haber sido alcalde de Medina del Campo e hijo adoptivo 
    de honor de la Villa.