Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística
 |
 |
| Nos encontramos en: - Energías renovables | |
ENERGÍAS
RENOVABLES |
|
MENÚ DE CONTENIDO
24-10-11 - El futuro de la industria eólica, en el aire
24-10-11 - El futuro de la industria eólica, en el aire
El Ministerio aprobará antes de las elecciones una regulación de precios a partir de 2013 que no convence al sector y que rechazan de plano Junta y Apecyl. N. CALLE (SPC) / VALLADOLID
A finales de la década de los noventa, la nueva Ley del Sector Eléctrico y el posterior Plan de Fomento de las Energías Renovables 1999-2010, hicieron que el término eólico irrumpiera con fuerza en el mix energético español. Castilla y León se aferró entonces al nuevo motor económico y se convirtió no sólo en una de las regiones con más industria vinculada al sector eólico, sino también en una de las principales productoras de esta energía limpia.
Durante años el viento ha soplado a favor de este sector, pero el impacto del registro de preasignación en 2009 y el anuncio en 2010 del Ministerio de Industria de revisar los incentivos a las energías renovables, cambiaron la dirección de la veleta.
Así, la incertidumbre que pesa sobre el precio a percibir a partir del 1 de enero de 2013 por kilovatio producido ensombrece ahora el horizonte, hasta el punto de que muchas de las inversiones previstas se han esfumado, volando con ellas las excelentes expectativas que rodeaban a las fábricas de componentes para aerogeneradores que nacieron en Castilla y León cuando la fuerza del viento, sí, empujaba hacia delante.
Esa incertidumbre tiene, no obstante, las horas contadas, ya que el propio departamento de Sebastián parece empeñado en sacar adelante un real decreto que regule las nuevas retribuciones antes de los próximos comicios generales del 20 de noviembre. Un texto que, eso sí, no escapa a la crítica del sector, que en el caso de Castilla y León cuenta con el rechazo tanto de la Junta como de la Asociación de Promotores Eólicos Apecyl, y que, llegue o no a aplicarse finalmente, no librará del descalabro a algunas compañías.
No en vano, falta de pedidos, caídas de producción, EREs y concursos de acreedores han golpeado, especialmente durante el pasado año y lo que va de éste, a varias factorías de la Comunidad.
La última alarma se ha encendido en la planta de LM Glasfiber, asentada, como otras, bajo el paraguas de los planes de reindustrialización de zonas mineras del carbón en la provincia leonesa. Tras la mediación de Gobierno y Junta, la matriz danesa parece ahora dispuesta a presentar un plan industrial de futuro, pero a la espera del mismo aún planea la sombra del cierre que ha venido coleando en las últimas semanas.
No es, sin embargo, la única que sufre el revés del viento. De hecho, buena parte de la veintena de fábricas de componentes eólicos que se disgregan por la región se han visto azotadas por este huracán derivado del registro nacional de preasignación y de las restricciones del acceso al crédito en Europa.
Gigantes en horas bajas. Ni siquiera ha podido escapar a éste el gigante Gamesa, que da empleo a 550 personas en sus cinco centros productivos en la región. Y es que, a pesar de que el fabricante, tercero a nivel mundial, acometió el pasado 2010 su desembarco en diez nuevos países, la «fuerte contracción del sector, principalmente en España y en el sur de Europa» le han obligado a presentar EREs en Miranda de Ebro y Medina del Campo, para «adaptar la producción a las necesidades del mercado».
Tampoco ha quedado al margen el otro gran fabricante de la Comunidad, Vestas, que cuenta con plantas en la localidad leonesa de Villadangos del Páramo y en la soriana de Ólvega. Ahora las cosas parecen ir mejor en la fábrica de León, a la que se va a incorporar a un centenar de trabajadores, pero hace sólo un año la noticia era bien distinta y también apuntaba a una regulación de empleo.
Tanto Gamesa como Vestas se han aferrado a su potencial en los mercados internacionales y emergentes para no sucumbir a la ralentización del crecimiento del sector eólico, pero no todos pueden salir al exterior.
Así lo reconocen fuentes de Coiper 2000, cuya fábrica berciana, en concurso de acreedores, no puede hacer frente al «gran coste logístico que supone exportar torres, a la competencia local y los altos aranceles al acero que imponen algunos países». Si a ello se une la «gran incertidumbre» que viven los promotores nacionales y la paralización de sus inversiones, la consecuencia, añaden, es un «descenso de la producción en porcentajes muy altos» y también recortes en la plantilla.
También ha caído «en picado, prácticamente a cero», la producción de la benaventana Isobencar, fabricante de capotas, que ahora ve un poco de luz gracias «a la mejoría que prevé Gamesa» -su principal cliente-.
Mejores perspectivas. En el lado contrario de la balanza, en el de las empresas que atisban un horizonte más despejado, está Endaki Tecnocast, asentada hace un año en La Robla (León), cuyo director financiero, Mariano Puebla, asegura que «al ser una planta nueva, están registrando constantes aumentos de la producción». Ahora bien, reconoce que la práctica totalidad de su producción toma rumbo al extranjero y que la incertidumbre que en España envuelve al sector le impide sumar clientes nacionales.
En este lado se encuentra también MLS, empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid) que diseña sistemas de control pitch para aerogeneradores y cuya producción se va, «en el noventa y pico por ciento, hacia fuera». Así lo reconoce su responsable de Ingeniería, Carlos Anocibar, quien afirma que en estos momentos «hay un repunte» de la actividad por el tirón de los mercados asiáticos.
En cuanto al futuro, Anocibar estima que el siguiente paso para la industria eólica es la producción offshore -en aguas marinas-, que, a su entender, sufrirá un fuerte impulso en los próximos años.
No obstante, a tenor de la situación actual, puede que algunas empresas de Castilla y León y de España ya no lleguen a vivir esa ‘segunda revolución eólica’.
09-11-11 - Medina prevé ingresar 300.000 euros por el ICIO del parque eólico
La instalación, que promueve un grupo de empresas navarro, es experimental y se ubicará en la carretera de Rodilana
PATRICIA GONZÁLEZ | MEDINA.
LOS DATOS
Las Traperas. Durante más de dos meses una veintena de personas trabajarán en el parque eólico
Superficies. El parque ocupará cuatro parcelas situadas a seis kilómetros de Medina y a 2,2 de Rodilana.
El Ayuntamiento de Medina del Campo recaudará unos 300.000 euros por el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) de la próxima puesta en marcha de un parque eólico de carácter experimental denominado Las Traperas en la carretera de Rodilana, según confirmó el concejal delegado de Urbanismo, Germán Sáez Crespo, quien concretó que «es un proyecto de un parque experimental que traerá a la localidad las últimas tecnologías en esta materia».
El grupo navarro M. Torres que está formado por un conjunto de empresas dedicadas al diseño, desarrollo y fabricación de sistemas de automatización de procesos industriales y soluciones para el sector medioambiental será el encargado de poner en marcha este proyecto a principios del próximo año y en el que invertirán unos ocho millones de euros.
La empresa, según fuentes municipales, ya está ultimando los detalles para trasladar hasta el municipio al grupo de trabajadores que iniciarán las obras de construcción del parque. Asimismo, el grupo navarro ya ha solicitado a varios hoteles de la localidad tarifas para hospedar durante algo más de dos meses a una veintena de trabajadores.
Un total de seis aerogeneradores modelo TWT-1690/90 (de tecnología M. Torres), de una potencia nominal unitaria de 1650 KW constituidos por una turbina eólica y un generador eléctrico situados en lo alto de una torre tubular de acero, cimentada sobre zapata de hormigón armado y una altura total de 125 metros, conformarán el esqueleto del que será el primer parque eólico de carácter experimental de la localidad y cuya potencia no superará los 9,9 megavatios.
Cuatro parcelas
Las Traperas que tendrán una extensión de cuatro parcelas catastrales, se emplazará a 2, 2 kilómetros de Rodilana y a seis kilómetros del núcleo urbano de Medina del Campo. Además de estos seis molinos, el parque experimental tendrá un centro de transformación del tipo prefabricado semienterrado y aislado que se ubicará en las proximidades de cada uno de los aerogeneradores y cuya función principal será elevar la energía producida a la tensión de generación de 650 V. hasta la tensión de distribución en el interior del parque que será de 20 kilovatios.
Asimismo, y según establece la memoria del proyecto, la infraestructura renovable se completará con la construcción de una subestación que se ubicará a unos 160 metros del aerogenerador más cercano y cuyas dimensiones serán de 330 metros cuadrados y albergará un edificio de 220 metros cuadrados de planta y una zona exterior de 110 metros cuadrados.
Este primer paso en obtención de energía renovable tendrá como fin, y según la empresa expone en la memoria del proyecto, la investigación de la producción de energía eléctrica a través de energía eólica y mediante equipos de la más avanzada tecnología.
En la actualidad las localidades vallisoletanas de Torrelobatón, Barruelo del Valle, Castromonte, Torrecilla de la Torre, San Pelayo y Peñaflor de Hornija disponen en sus términos municipales de un total de 47 molinos con una potencia de 88 megavatios. Estos parques eólicos en funcionamiento que generan una potencia total de 150.000 kilovatios.
