El PSOE considera que el desvío de la línea férrea de mercancías fuera de Valladolid afecta al desarrollo de dos localidades vecinas, La Cistérniga y Laguna de Duero, por lo que presentó en su día alegaciones contra el trazado previsto. Con un Gobierno central presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en el partido creen más que probable la inclusión de cambios en la trayectoria, lo que afectará al calendario de actuaciones programado para el soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad. El desvío de las líneas de ancho ibérico destinadas al transporte de mercancías forma parte del plan que permitirá la entrada bajo tierra del Tren de Alta Velocidad (TAV) hasta la futura estación subterránea del Campo Grande. El arquitecto Ricardo Bofill ha ganado el concurso de ideas para el diseño de la nueva zona urbana que surgirá en el lugar que ahora ocupan los raíles y los talleres de Renfe.

Los cambios afectarán también a la forma de comercialización de los terrenos liberados en la operación si el PSOE reafirma sus intenciones de que un tercio de los solares se destinen a la construcción de viviendas protegidas. El diputado electo Mario Bedera, aceptó que el PSOE mantiene en pie esa propuesta.

El proceso electoral anunciaba un parón en el calendario del soterramiento. La salida del Ministerio de Fomento de Francisco Álvarez-Cascos y el previsible desembarco de un nuevo alto cargo del PP hacía presuponer meses antes de las elecciones que el tiempo de toma de posesión de los nuevos titulares resultaría relativamente corto. El vuelco en los resultados deja en suspenso un proceso que exigirá más tiempo, ya que los nuevos equipos del PSOE deberán tomar el relevo de sus antecesores populares con un cambio de nombres que recorrerá todos los niveles de toma de decisiones del Ejecutivo.

El soterramiento del ferrocarril depende de que la sociedad pública Valladolid Alta Velocidad 2003, integrada por el Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento, comience la comercialización de los terrenos que se liberen del paso de las actuales vías férreas. Los fondos obtenidos mediante la subasta de solares deberá sufragar el coste del traslado de los talleres de Renfe a su nueva ubicación, al norte de la ciudad, en el camino de Palomares. Como representantes de la Administración central forman parte del consejo de administración de esta sociedad el presidente de Renfe y el del ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF). Ambos, puestos se encuentran desde el domingo pendientes del nombramiento de los nuevos responsables.

Fomento participa en esta sociedad pública con el 50% del capital y la aportación de los terrenos de Renfe, lo que convierte a este partícipe en el de mayor capacidad de decisión. La reciente elección del gerente de la sociedad pública tendrá que ser ratificada por un consejo de administración para el que ni puede fijarse una fecha de celebración.

Fuentes municipales consultadas ayer indicaron que resulta probable que Fomento busque otro nombre porque el designado José Francisco Molinilla, «quizá no responda al perfil profesional y técnico que se quiere para el puesto». De confirmarse esta posibilidad, Molinilla ni llegaría a ocupar el puesto para el que ha sido designado por el alcalde con la anuencia del hasta ahora secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco y del consejero de Fomento de la Junta, Antonio Silván, los tres del PP.

El portavoz municipal socialista, Ángel Velasco, dijo por su parte para eliminar suspicacias del gobierno local que, «el PSOE actúa con lealtad a las instituciones donde está representado».

Zapatero declaró en su visita a Valladolid, en pleno proceso electoral, su intención de asumir como prioridad el desdoblamiento de la nacional 601 desde Valladolid hasta León para su conversión en autovía. Entre los proyectos anunciados se incluyen el desarrollo de otra línea de alta velocidad desde Valladolid hasta Soria y Calatayud, que se uniría a las previstas desde Medina del Campo hacia Zamora y Galicia. En autovías se programan nuevos tramos, aunque el secretario provincial del PSOE, Jorge Félix Alonso, prefiere «esperar a que haya nombramientos», para recordar las promesas electorales.