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ÁNGEL MARCOS

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19-03-17 - «No sé lo que es el arte, solo sé que me interesa la gente»

La décima edición de SegoviaFoto comienza en Palacio de Quintanar con la exposición del artista Ángel Marcos

MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ | SEGOVIA

El fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos, ante ‘La mar negra’, una de las instalaciones que presenta en Palacio de Quintanar. / Antonio Tanarro
El fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos, ante ‘La mar negra’, una de las instalaciones que presenta en Palacio de Quintanar. / Antonio Tanarro

«Me influye mucho el flamenco, escuchar la música, y me influye mucho la gente», declara Ángel Marcos (Medina del Campo, 1955). La gente hace que el fotógrafo abra los ojos, asegura. Así ha sido siempre desde que cogió la primera cámara, la Werlisa Nerasport que le regaló su madre adquirida con una cartilla de puntos, con la que hizo sus primeras fotografías a su sobrina en película de blanco y negro de 127 milímetros. Desde que aprendió a revelar de forma autodidacta con lo poco que le enseñaban en la España de 1970 los fotógrafos de fiestas (muchos empleados de Renfe) que llegaban a Medina para vender las fotos que hacían en los festejos. Entonces hacía fotos «sin ningún afán consciente». Progresó en el piso de estudiantes de Valladolid, donde revelaban de noche, y con honestidad, reconoce que empezó «en la fotografía aplicada» porque, precisa, «soy autodidacta en la fotografía y en el arte».

Ángel Marcos inaugura las doce exposiciones del décimo ciclo de SegoviaFoto, enmarcadas con el título colectivo de ‘Memorándum’, y él es el primero de los 31 fotógrafos que mostrarán su trabajo en Palacio de Quintanar, en un intenso programa expositivo del Encuentro de Captadores de Imágenes que organiza Javier Salcedo por medio de la Asociación Fotográfica de Segovia.

Y Marcos, que afirma que «no sé lo que es el arte, solo sé que me interesa la gente», menciona muchos nombres al hablar de sus influencias, como el de Vallhonrat, «un magnífico fotógrafo de boda»; Thompson y la fotografía escenificada; a los que conoció en su etapa de profesor en Cabueñes, como Alejandro Castellote o Eduardo Momeñe y, entre otros, representantes de la Escuela de Canadá de fotografía construida como Jeff Wall. Aunque son referencias que pueden ampliarse con muchos nombres y sitios, pues el fotógrafo vuelve siempre a «los lugares donde se producen las materias primas» y ciñe mucho de su trabajo «a mi territorio, a Castilla y León».

Tiene Ángel Marcos muy presente una frase que le dijo Fernando Castro a poco de conocerle, «que tenga siempre en cuenta que el arte es lo que cuentas y cómo lo cuentas». La recuerda para afirmar que en fotografía «la técnica es fundamental» y para matizar cuando se le pregunta por la dicotomía entre película y digital que «en mi caso soy un agradecido de la imagen digital por la autonomía que me da».

Recuerda sus inicios en Medina, cuando enviar un carrete a un laboratorio, generalmente de Madrid, «era un calvario y estar siempre con una dependencia increíble». Ahora, revela, «con lo digital se ha abierto una doble puerta: soy más autónomo y se produce un fenómeno creativo anterior y posterior a la captura en la pantalla, tienes luego ese proceso de creación».

Series abiertas

Crea el fotógrafo en serie que no cierra, que deja abiertas para incorporar nuevas imágenes y, «por mantener la coherencia», dice, «nunca llegan a acabar». Ocurre con ‘Alrededor del sueño’ que empezó en Nueva York y continuó en Cuba, Las Vegas y China, como explicó ayer en la visita guiada Marcos, acompañado del delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, Javier Salcedo y una nube de fotógrafos ávidos de escucharle.

Impacta mucho, en una sala con la luz justa, la serie ‘La mar negra’, que sigue abierta y en la que el creador presenta nueve (de los trece de la serie original) rostros captados en Senegal –«siempre con su permiso»– el lugar de origen de los cayucos de migrantes que llegaban a Canarias; son caras dignas, serenas, que rodean una mesa donde hay fotografías de platos, cubiertos y marisco, fotos de «una fiesta y de los invitados que tienen que estar ahí».

Está también parte de su serie ‘Rabo de lagartija’, que habla «de la clonación, de la necesidad de homogeneizar las ciudades», aunque aclara Ángel Marcos que «lo que pasa es que mi trabajo es la esperanza a través de la estética».

Ahora tiene en cartera dos proyectos, volver al Vaticano (antes hablará con José Luis Alonso Ponga, que para él es «un libro de la sabiduría»)y hablar del turismo en ‘Ciudad de vacaciones’, para capturar imágenes que den la idea de los «lugares desprovistos de afecto», de «la tramoya triste y desvergonzada que queda cuando ya no está el turismo».

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28-06-17 - Abierta una campaña de crowfunding para un documental sobre la obra del fotógrafo medinense Ángel Marcos

La productora 'El Colectivo' ha puesto en marcha una campaña de microfinanciación en la plataforma Verkami para obtener fondos con los que completar la financiación de un documental centrado en la obra y evolución artística del fotógrafo medinense Ángel Marcos.

Muestra de Ángel Marcos en el Museo de Arte contemporáneo de Gas Natural
Muestra de Ángel Marcos en el Museo de Arte contemporáneo de Gas Natural

EUROPA PRESS. El trabajo se acercará a la figura del fotógrafo de Medina del Campo (Valladolid) Ángel Marcos, su obra y su evolución artística, han informado en un comunicado.

Marcos es un reconocido fotógrafo en el panorama artístico internacional, "con una muy longeva y asentada obra creadora que ha ido evolucionando desde sus primeras series en la década de los 90 del siglo pasado hasta la actualidad".

Su obra se nutre de diferentes influencias y plasma posicionamientos y reflexiones en torno a muy variados aspectos de la vida, como el territorio, la naturaleza, las relaciones humanas, la sociedad, sus interacciones y consecuencias.

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26-10-17 - Ángel Marcos, premio Provincia de Valladolid

La Diputación Provincial de Valladolid ha otorgado el Premio Trayectoria Artística al fotógrafo medinense

El fotógrafo Ángel Marcos, Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid / Cadena SER
El fotógrafo Ángel Marcos, Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid / 

La Diputación de Valladolid, ha decidido conceder hoy el Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid, en su edición de 2017, al fotógrafo Ángel Marcos.En su fallo el jurado ha decidido, por unanimidad, premiar a Ángel Marcos “por su importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación y llevando el nombre de la provincia de Valladolid a los más relevantes eventos culturales internacionales”.

Ángel Marcos Hernández nació en Medina del Campo. Vinculado siempre al mundo de la fotografía, realiza su primera exposición individual en la Galería Siena de Valladolid en 1982, si bien se dedica de manera profesional a la fotografía artística desde 1992, año en el que realiza su trabajo fotográfico Un viaje por el Teatro Calderón, llevado a cabo antes de la reforma integral del principal escenario vallisoletano. Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, en su obra destaca su carácter escenográfico, eliminando siempre lo que considera anecdótico, y convirtiendo el paisaje, natural o urbano, en una constante. De hecho, el paisaje es el protagonista principal de su obra, que suele estar ligada a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido.

Decenas de exposiciones y publicaciones jalonan su trayectoria, destacando proyectos como Alrededor del sueño, en el que muestra su visión de ciudades como Nueva York o Ciudad del Vaticano, o países como Cuba, La mirada oculta o Un coup de dès. Su obra está en colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Tishman Speyer Rockefeller Center Foundation de Nueva York, el IVAM, la Maison Européene de la Photographie de París, la Colección Luciano Benetton de Treviso, la Margulies Collection de Miami, el Naples Museum of Art de Florida, la Colección Amigos de ARCO o la Colección Arte Contemporáneo Español.

La Diputación de Valladolid ha concedido este premio en anteriores ediciones a Ana Jiménez (2006), Pedro Zuloaga (2007), Félix Cuadrado Lomas (2008), Godofredo Garabito Gregorio (2010), Roberto Domínguez (2011), la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción (2013) y el grupo Candeal (2015).

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27-10-17 - La imagen comprometida e innovadora de Ángel Marcos

El fotógrafo Ángel Marcos, en la exposición que llevó al segoviano Palacio de Quintanar bajo el título de ‘La mar negra’. / A. TANARRO
El fotógrafo Ángel Marcos, en la exposición que llevó al segoviano Palacio de Quintanar bajo el título de ‘La mar negra’. / A. TANARRO

LUIS MIGUEL DE PABLOS Valladolid

«Ya puedo estar en Nueva York o en Shangái que no me olvido de Valladolid». Como todo artista que se precie, mucho más si toca techo, su labor profesional está puesta en duda o bajo sospecha en mayor o menor medida. Su obra tiene defensores y también detractores, eso está fuera de toda duda. Pero lo que no tiene vuelta de hoja ni interpretación posible es el compromiso primero con su tierra y en segundo término con su profesión. Y en esa vertiente, Ángel Marcos (Medina de Campo, 1955) no esconde aristas ni conoce críticos.

El fotógrafo más internacional de este y el otro lado de la provincia es primero medinense, después vallisoletano y por último castellano y leonés, y después de llevar su cámara por medio mundo, ayer no cabía de orgullo por el reconocimiento concedido por la Diputación a su trayectoria. Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid que se entregará previsiblemente el próximo mes de noviembre «por su importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación y llevando el nombre de la provincia de Valladolid a los más relevantes eventos culturales internacionales», según recoge el fallo del jurado.

Una carrera que se ha desarrollado en gran medida más allá de nuestras fronteras pero que guarda un vínculo muy especial con la provincia. «Por edad he trabajado bastante, y hay muchos trabajos que me han situado en el mapa del arte, pero si tuviera que quedarme con algo», asegura sin titubear, «me quedo con el proyecto que hice en los barrios de Las Tudas y La Mota (Medina del Campo) que llevé a la 55ª Bienal de Venecia».

Profeta en su tierra, «una tierra áspera y austera que no acostumbra a ser especialmente cariñoso con los suyos» –reconoce Marcos–, recibió sin embargo la noticia como «una sobredosis de cariño».

«Sabemos que en tu propia tierra siempre hay goteras que arreglar, y en mi caso trato de mantener cierta coherencia en lo que hago», señaló, defendiendo y definiendo su fotografía como «plástica, crítica, contemporánea y comprometida» con su tiempo pero también con su tierra.

Vinculado siempre al mundo de la fotografía, Marcos llevó a cabo su primera exposición individual en la Galería Siena de Valladolid en 1982, si bien se dedica de manera profesional a la fotografía artística desde 1992, año en el que realiza su trabajo fotográfico ‘Un viaje por el Teatro Calderón’, llevado a cabo antes de la reforma integral del principal escenario vallisoletano.

Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, en su obra destaca su carácter escenográfico, eliminando siempre lo que considera anecdótico, y convirtiendo el paisaje, natural o urbano, en una constante.

De hecho, el paisaje es el protagonista principal de su obra, que suele estar ligada a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido.

Dice de sí mismo: «yo no hago fotografía documental, no hago reportaje; mi intención se centra en la constante oferta de pensamientos a través de las imágenes, ofrecer emociones no necesariamente regladas». Decenas de exposiciones y publicaciones jalonan su trayectoria, destacando proyectos como ‘Alrededor del sueño’, en el que muestra su visión de ciudades como Nueva York o Ciudad del Vaticano, o países como Cuba, ‘La mirada oculta’ o ‘Un coup de dès’.

Su obra está presente en colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Tishman Speyer Rockefeller Center Foundation de Nueva York, el IVAM, la Maison Européene de la Photographie de París, la Colección Luciano Benetton de Treviso, la Margulies Collection de Miami, el Naples Museum of Art de Florida, la Colección Amigos de ARCO o la Colección Arte Contemporáneo Español.

Recorrido del premio

El premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid se creó en 2006 y tiene por objeto distinguir y resaltar el trabajo de aquellas personas, grupos e instituciones vinculadas a la provincia cuya labor u obra de creación artística haya contribuido a enriquecer y ensanchar el Patrimonio Cultural de la provincia. Asimismo busca reconocer los méritos de las personas naturales de la provincia o con estrecha vinculación a ella que hayan contribuido al desarrollo artístico o literario universal en el marco de las Bellas Artes y la Literatura.

La Diputación de Valladolid ha concedido este premio en anteriores ediciones a Ana Jiménez (2006), Pedro Zuloaga (2007), Félix Cuadrado Lomas (2008), Godofredo Garabito Gregorio (2010), Roberto Domínguez (2011), la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción (2013) y el grupo Candeal (2015).

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06-11-17 - La Diputación premia la trayectoria Artística del fotógrafo Ángel Marcos

EL MUNDO

El fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos en una imagen de archivo. - ICAL
EEl fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos en una imagen de archivo. - ICAL

La Diputación de Valladolid concedió ayer el Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid, en su edición de 2017, al fotógrafo Ángel Marcos, por «su importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación y llevando el nombre de la provincia de Valladolid a los más relevantes eventos culturales internacionales».

Ángel Marcos nació en Medina del Campo en 1955. Vinculado siempre al mundo de la fotografía, realizó su primera exposición individual en la Galería Siena de Valladolid en 1982, si bien se dedica de manera profesional a la fotografía artística desde 1992, año en el que realiza su trabajo fotográfico Un viaje por el Teatro Calderón, llevado a cabo antes de la reforma integral del coliseo.

Invitación Acto de Entrega Premio "Provincia de Valladolid" a la trayetoria Artística, año 2017, concedida a Ángel Marcos
Invitación Acto de Entrega Premio "Provincia de Valladolid" a la trayetoria Artística, año 2017, concedida a Ángel Marcos

Decenas de exposiciones y publicaciones jalonan su trayectoria, destacando proyectos como Alrededor del sueño, en el que muestra su visión de ciudades como Nueva York o Ciudad del Vaticano, o países como Cuba, La mirada oculta o Un coup de dès. Su obra está en colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Tishman Speyer Rockefeller Center Foundation de Nueva York, el IVAM, la Maison Européene de la Photographie de París, la Colección Luciano Benetton de Treviso, la Margulies Collection de Miami, el Naples Museum of Art de Florida, la Colección Amigos de ARCO o la Colección Arte Contemporáneo Español. Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, en su obra destaca su carácter escenográfico, eliminando siempre lo que considera anecdótico, y convirtiendo el paisaje, natural o urbano, en una constante, informa Ical. De hecho, el paisaje es el protagonista principal de su obra, que suele estar ligada a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido. Dice de sí mismo «yo no hago fotografía documental, no hago reportaje; mi intención se centra en la constante oferta de pensamientos a través de las imágenes, ofrecer emociones no necesariamente regladas».

El jurado, presidido por la diputada de Cultura, Inmaculada Toledano, contó con la presencia de la directora del Museo Arqueológico, Eloísa Watenberg; el director del Museo de las Ferias de Medina del Campo, Antonio Sánchez y el técnico de gestión cultural de la Diputación Andrés Muñoz.

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15-12-17 - Ángel Marcos: «Los nuevos fotógrafos no pueden permitir quedarse mudos en su forma de mirar».

La entrega del Premio Trayectoria Artística a Ángel Marcos tendrá lugar en el Teatro Zorilla a las 19.30 horas.

SAMUEL REGUEIRA

Ángel Marcos, ayer en el Teatro Zorrilla, donde hoy recibirá la distinción. / HENAR SASTRE
Ángel Marcos, ayer en el Teatro Zorrilla, donde hoy recibirá la distinción. / HENAR SASTRE

La cámara de Ángel Marcos resulta, cuanto menos, singular. A la hora de conversar por teléfono, pese a la distancia -¿focal?-, la exposición a la que se somete el fotógrafo es alta, su velocidad de obturación resulta lenta -se toma su tiempo para ilustrar aquello que quiere dar a conocer- y abre el diafragma a fin de que entre el máximo de luz posible en sus palabras. Su trabajo se ve hoy reconocido con la entrega del premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid, que tendrá lugar a las 19.30 horas en el Teatro Zorrilla.

«Intento pensar que algo habré trabajado para merecer este reconocimiento», afirmó Ángel Marcos; para quien este «grato y bonito» premio se otorga a una carrera de alcance mundial que nace en su propio territorio, en Medina del Campo. Marcos ajusta su ISO hasta los más altos niveles de sensibilidad: «Esta proximidad le hace a uno sentirse querido y tratar de afirmarse en su trabajo», declaró quien, por su parte, devuelve ese sentimiento con «una enorme gratitud hacia esta tierra».

Pero los reconocimientos a una trayectoria parecen tratar de apuntar hacia un final, y Ángel Marcos ve lejano su último revelado: «El premio va mucho en la edad, y aunque esta determina muchas cosas, se refiere sobre todo a la densidad del trabajo, no necesariamente a la calidad», quiso apuntar. Para él, la instantánea que dibuja este galardón no es más que «una especie de temporada de vacaciones en la que finaliza un curso y se espera a que comience el siguiente».

«A partir de ahora planeo cimentarme, exigirme y seguir circulando por esta carretera», aseveró a propósito de lo que le queda por delante. Es recurrente en él utilizar el objetivo en gran angular para ver su propia trayectoria desde la más amplia de las perspectivas: «Siempre me planteo, hasta cuando doy clases, que quizá me encuentre en una retórica desde que empecé a hacer fotos, y a lo mejor lo único que he estado modificando con el paso del tiempo ha sido la forma práctica y el concepto de esa representación». Un lenguaje vertebrado en torno a conceptos como la injusticia, la ausencia, lo acontecido y lo que está por acontecer, los deseos, las necesidades o una especie de protección. Todos ellos, articulados en un lenguaje discursivo (o en una 'literatura', si bien este término le suscita sentimientos contradictorios), pueden dibujar el contexto necesario para que Marcos identifique ese territorio y decida «si hay que reforzarlo o poner punto y aparte».

«Ese descubrimiento es necesario», justifica. «Con una mente despierta y el empeño en tener una actitud positiva ante el conocimiento me doy cuenta de que últimamente he conseguido que este concepto que provoque que la retórica se rompa o se refuerce me resulta interesante». La nitidez con la que ve el futuro compite con la de las imágenes sin apenas granulado: «Me veo constantemente en esa revisión entre abordar lo mismo con diferentes propuestas prácticas y contar lo de siempre una y otra vez, casi literalmente».

Lo que se quiere contar

Como toda fotografía, esta perspectiva contempla varios puntos de vista: «La búsqueda de contexto y de análisis de parte de la obra de uno, de alguna forma, las asegura», sostiene. Dicho de otro modo: el arte genera un resonador que llega a diferentes propuestas (no completamente, pues «no toda fotografía es una obra de arte») va irradiando energías o líneas que conforman ese contexto. , En su caso se basa Ángel Marcos en la crítica y las opiniones de fuera, las cuales «construyen una redondez de la obra que facilita vertebrar ese contexto, el qué quieres contar y cómo lo quieres contar».

Con esa mejor resolución de las cosas pavimenta así el fotógrafo sus caminos mientras permanece deliberadamente ajeno al debate de la construcción de las instantáneas o su espontaneidad, la calidad del dispositivo fotográfico o los aficionados frente a quienes trabajan con una cierta visión de cultura artística. Pero deja una reflexión: «El mundo nunca ha estado tan fotografiado como ahora, y aunque hay mayor asequibilidad en la técnica, los nuevos fotógrafos no pueden permitir quedarse mudos en su forma de mirar». Para pararse a pensarlo, como si estuviéramos congelados en una fotografía.

· La entrega del Premio Trayectoria Artística a Ángel Marcos tendrá lugar en el Teatro Zorrilla a las 19.30 horas

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15-12-17 -Ángel Marcos recibe con emoción el Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística.

Un Teatro Zorrilla abarrotado rindió tributo al fotógrafo medinense.

EL NORTE

Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE
Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE 

El fotógrafo Ángel Marcos (Medina del Campo, 1955) recibió hoy emocionado en el Teatro Zorrilla de Valladolid el abrazo y el cariño de sus paisanos con la forma del Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística, un galardón que considera «un punto de inflexión». «Es como decir: ‘Bueno, valgo. Algo he hecho», destacó «con toda honestidad y convicción» en declaraciones a los medios instantes antes de recibir el reconocimiento.

Compañeros y amigos de todos los ámbitos culturales de la ciudad se dieron cita en el abarrotado coliseo para aplaudir al homenajeado, galardonado, según el fallo del jurado, por su «importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación, llevando el nombre de la provincia de Valladolid a los más relevantes eventos culturales internacionales».

La ceremonia, conducida por la periodista de la Cadena Cope Marta Bermejo, arrancó con una proyección de fotografías de Marcos, tomadas ex profeso para la ocasión en los alrededores de su localidad natal y de Peñaflor de Hornija, al compás de las notas de ‘El romance del Arriero’, interpretado por el grupo Candeal, según informa Ical.

A continuación, la periodista Angélica Tanarro glosó la figura del premiado, que comenzó su trayectoria en la fotografía artística de forma profesional hace 25 años, con la serie ‘Un viaje por el Teatro Calderón’, en 1992. Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, su obra está presente en colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Tishman Speyer Rockefeller Center Foundation de Nueva York, el IVAM, la Maison Européene de la Photographie de París, la Colección Luciano Benetton de Treviso, la Margulies Collection de Miami, el Naples Museum of Art de Florida o la Colección Arte Contemporáneo Español.

Ya en el escenario, el galardonado recordó la primera vez que entró en el hogar familiar una cámara fotográfica, 45 años atrás, de la mano de su madre que consiguió reunir los puntos requeridos en una promoción de un supermercado para conseguir una cámara compacta Nerasport que exhibió sobre las tablas. Veinte años después sería su contacto con un fotógrafo de Medina que trabajaba en Estados Unidos el que le empujó a «hacer fotografías de una forma más neurótica».

En su discurso de agradecimiento, Marcos hizo referencia al «campo expandido de lo fotográfico» y a la «influencia» que los campos de Castilla han ejercido en su obra, empujándole a crear su propia iconografía. «Indudablemente el territorio, y concretamente este territorio, es lo que me ha condicionado. Esta tierra es dura, árida, monocroma muchas veces, pero es la mía, y no lo digo como una resignación sino un ensalzamiento, porque el escalofrío se ha producido ahí», expuso. Según comentó, la esquematización del paisaje castellano le ha ayudado «a saber hacer fotografía y a saber componer».

«Trabajo la fotografía como convicción. He intentado, hasta cierto punto, ser fiel al estatuto fotográfico, pero en ningún momento antepongo la técnica al concepto. Yo quiero estar situado en esto que se llama arte contemporáneo, y para ello utilizo la fotografía porque es lo que más me interesa y porque es lo que mejor sé hacer», declaró.

Tras su intervención, el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, subrayó que la obra del premiado se centra en dos pilares: «El territorio y su poder evocador de la memoria, y el viaje como indagación personal y toma de conciencia». «Territorio y viaje que han ido evolucionando desde su entorno más cercano, los parajes e historias de su Medina del Campo, hasta encontrar en la gran ciudad un marco ideal donde ambos conceptos se funden», valoró.

Además, recalcó que en el trabajo de Ángel Marcos «no siempre aparece el ser humano, pero todas sus fotografías nos hablan de la humanidad, del ser humano». «Hay críticos de su obra que hablan de la escenografía de la ficción en su obra, pero creo que estamos más en una escenografía del pensamiento. Las fotografías de Ángel Marcos se piensan, se reflexionan», argumentó antes de apuntar que el medinense «es el mejor fotógrafo artístico que tiene no solo la provincia de Valladolid sino Castilla y León».

El acto concluyó con un concierto de piano a cargo del riosecano Diego Fernández Magdaleno, Premio Nacional de Música 2010, acompañando una proyección de imágenes de Ángel Marcos, en un montaje realizado por ambos autores expresamente para la entrega del galardón, con piezas de Philip Glass, Edward Ivory, Stephen Montague y Howard Skempton e imágenes de diversas obras del premiado correspondientes a las series ‘Rastros’, ‘Los bienaventurados’, ‘Viaje por el Teatro Calderón’, ‘La fábrica’, ‘La mirada blanca’, ‘La mar negra’, ‘Paisajes’ y ‘Auras’, así como del proyecto ‘Alrededor del sueño’, desarrollado en Nueva York, Cuba, China, Madrid, Barcelona y El Vaticano.

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16-12-17 - El territorio, el “escalofrío” que “impulsa” el trabajo de Ángel Marcos

El presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, entrega el premio a la Trayectoria Artística de la Provincia al fotógrafo de Medina del Campo.

Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE
Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE 

El fotógrafo de Medina del Campo (Valladolid), Ángel Marcos, ha reconocido que el territorio siempre “ha condicionado” su trabajo y más uno como el de Castilla y León, “árido, monocroma y duro”, algo que, lejos de ser “resignación”, se ha convertido en el “escalofrío” que le ha impulsado a hacer fotos. Así lo ha señalado, en declaraciones recogidas a Europa Press, minutos antes de que el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, le haya entregado el Premio a la Trayectoria Artística Provincia de Valladolid en el Teatro José Zorrilla.

Marcos, durante su alocución, ha hecho referencia al campo expendido y el punto ciego de Elias Canetti que es donde la gente sitúa el territorio que ha caracterizado su trayectoria. Ha rememorado, además, como su madre consiguió hace “45 años” su primera cámara, que ha portado durante la ceremonia, y como “20 después” gracias a un fotógrafo norteamericano que le prestó su primera Nikon empezó a hacer fotos de manera más “neurótica”.

Para Marcos, el galardón es un punto de inflexión. “Significa que valgo, que algo he hecho y lo digo con toda la honestidad”, ha reflexionado par incidir que trabaja siempre la fotografía desde la “convicción” pero sin anteponer la “técnica al concepto”.

Así, Ángel Marcos ha recibido el galardón de manos del presidente de la Diputación en un acto celebrado en el Teatro Zorrilla que se ha iniciado con una proyección de fotografías del galardonado, acompañadas de un tema musical de Candeal, grupo que, precisamente, recibió el anterior Premio a la Trayectoria Artística, y tras la lectura del fallo del jurado, en el que se destaca “su importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación y llevando el nombre de la provincia de Valladolid a los más relevantes eventos culturales internacionales”.

Tras la glosa de la figura de Ángel Marcos, que ha sido realizada por la periodista Angélica Tanarro, ha cerrado el acto el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien precisamente ha comenzado su intervención destacando el importante trabajo desarrollado por el fotógrafo vallisoletano. Así, ha ensalzado el hecho de que su obra forma parte de “algunas de las colecciones más importantes de arte contemporáneo de Europa y Amércia”. “Ángel ha protagonizado decenas de exposiciones y publicaciones jalonan una brillante trayectoria, que ha llevado el nombre de Valladolid a las ferias, centros, museos y salas de exposiciones más destacadas del escenario contemporáneo”, ha reconocido.

Tras recordar que “la consideración de la fotografía como medio de expresión artística es relativamente reciente”, ha hecho especial incidencia en la importancia de la creación personal señalando que “es una forma más en las que se concibe y refleja el arte”. “Es un reflejo de la personalidad del autor, una meditación sobre la realidad que le rodea, transformándola para darle una visión propia, en un diálogo permanente con las complejidades de la sociedad en la que vive, en la que se comunica, y para transmitir emociones a través de la imagen”, ha puntualizado.

En este sentido, Jesús Julio Carnero ha recordado que, como se dice en ‘El Principito’, “sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”. “Esa es la idea que mueve a Ángel Marcos: sugerirnos pensamientos y emociones no necesariamente regladas, fotografiar de otra manera, saliendo del arquetipo de la fotografía al uso y haciendo aflorar en sus fotografías, gracias al uso de una técnica admirable, acciones nacidas del dolor y del afecto”, ha continuado.

El territorio y el viaje

Jesús Julio Carnero ha recordado que, desde que inició su trayectoria artística, en el año 1992, hasta nuestros días su obra ha estado centrada en dos aspectos clave “el territorio y su poder evocador de la memoria y el viaje como indagación personal y toma de conciencia”.

“Territorio y viaje que han ido evolucionando desde su entorno más cercano, los parajes e historias de su Medina del Campo, hasta encontrar en la gran ciudad un marco ideal donde ambos conceptos se funden. Por todo ello, la obra de Ángel Marcos rezuma una gran dosis de personalidad y un profundo arraigo con su tiempo”.

“Asimismo –ha continuado– fruto de ese intenso trabajo y desde su particular mirada, nos ofrece una visión del mundo que hace una llamada a nuestro interior, a lo íntimo de cada uno de nosotros, invitándonos a reflexionar sobre la condición humana y la realidad que nos rodea: el territorio, la naturaleza, las relaciones humanas, la sociedad, sus interacciones y consecuencias”.

Vuelta a su Medina natal

El presidente de la Diputación de Valladolid ha finalizado su intervención señalando que en uno de sus últimos proyectos, ‘Subversión íntima’, Ángel Marcos vuelve a su “Medina natal, a los barrios de Las Tudas y La Mota, para llegar a las alcobas, las cocinas, los retratos que forman parte de la intimidad de las familias, la antítesis de la neutralidad, como él mismo lo ha definido”. Porque para Ángel, ha insistido, el arte no debe “limitarse a poner encima de la mesa las cuestiones o los debates que afectan a nuestro mundo contemporáneo”.

“Su intención es siempre generar pensamiento, en este caso, identificando alternativas en la realidad basadas en el afecto y las relaciones personales. Un trabajo en el que sigue aportando esa reflexión íntima y serena tan necesaria en este mundo dominado por lo impersonal, por el ruido y por las prisas”, ha puntualizado.

El acto ha finalizado con un concierto de piano a cargo de Diego Fernández Magdaleno, acompañado de una proyección de imágenes de Ángel Marcos, en un montaje realizado por ambos autores expresamente para la entrega del Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017, con piezas musicales de Philip Glass, Edward Ivory, Stephen Montague y Howard Skempton y e imágenes de diversas obras de Ángel Marcos correspondientes a las series Rastros, Los bienaventurados, Viaje por el Teatro Calderón, La fábrica, La mirada blanca, La mar negra, Paisajes y Auras, así como del proyecto Alrededor del sueño desarrollado en Nueva York, Cuba, China, Madrid, Barcelona y el Vaticano.

Previamente al inicio del acto ha tenido lugar la proyección de otro audiovisual con fotografías tomadas para la ocasión en los alrededores de Medina y Peñaflor de Hornija acompañados de ‘El romance del Arriero’, del grupo Candeal, perteneciente a su disco Se escucha un grillo en el campo contri más a una persona.

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27-12-17 - El muchacho que capturaba pájaros (Premio al fotógrafo Angel Marcos)

Ya en los años 90, primero con su obra “Estampas personales” (1991) y después “La Fábrica” (1994) y con “Viaje por el Teatro Calderón” (1996), o Paisajes (1997), comienza Ángel Marcos a mostrar ciertos precedentes de los cambios que se van a producir en su trayectoria profesional primando la escenificación de la realidad en detrimento de la mera documentación y la anécdota. Sobre el trabajo de “Estampas personales” realizamos un vídeo en la Diputación salmantina.

Antes en 1986 colaboró con nosotros –con gran entusiasmo y profesionalidad– en la realización (imagen) del vídeo “Unamuno: el sentimiento trágico de España).

Carnero y Marcos en el Teatro Zorrilla (Foto: Diputación de Valladolid).

Angel Marcos inició su actividad fotográfica gracias a su madre que canjeó puntos acumulados en tabletas de chocolate por una cámara compacta Nerasport de película en B/N. Esto fue a mediados de los 60, y dice él, que todo estaba escrito en las estrellas. 

Pero ya antes, en los alrededores del castillo medinense de la Mota, el muchacho Ángel y su pandilla capturaban pajarillos. “El festín de freír pájaros para comerlos se daba en la nieve; escarbábamos en ella, poníamos una criba inclinada sujeta con un palo al que se ataba una cuerda, nos escondíamos lejos y tirábamos de la cuerda cuando debajo de la criba se juntaban muchos pájaros en busca de comida: así, ese cielo artificial agujereado y hambriento se les caía encima...”

Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE
Ángel Marcos, Premio Provincia de Valladolid a la Trayectoria Artística 2017. / H. SASTRE 

Hace unos días, en el Teatro Zorrilla de Valladolid, se le entregó el galardón del “Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid, en su edición de 2017”. El jurado decidió, por unanimidad, premiarle “por su importante y dilatada trayectoria artística en constante innovación y llevando el nombre de la provincia de Valladolid (y de Castilla y León) a los más relevantes eventos culturales y artísticos nacionales e internacionales”.

"No hago fotografía documental, no hago reportaje; mi intención se centra en la constante oferta de pensamientos a través de las imágenes, ofrecer emociones no necesariamente regladas”, nos ha comentado muchas veces Ángel Marcos. En sus imágenes –y él lo considera así–, el paisaje es el protagonista principal, que suele estar ligado a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido. 

En estas claves escenográficas, en las referencias a la territorialidad, siempre focaliza su mirada en diferentes entornos sociales, Cuba, China, Perú, USA, Madrid, Barcelona, Vaticano, Medina del Campo, barrios de las Tudas y de la Mota. En definitiva una obra que desde lo local trasciende a lo internacional.

Angel va y viene –como creador y como persona- a los lugares del afecto y del dolor de su tierra natal, aunque sea dura, árida y monocroma.

Tiene muchísimas amistades -de las de verdad– en la política, en la sociedad cultural, intelectual y empresarial; pero a la vez es amigo de gente sencilla, humilde, de los de siempre. Y esa dualidad también la ejerce con los encuadres de su cámara, contraponiendo imágenes de grandes ciudades modernas y de históricos monumentos de todo el mundo, con las humildes y desgarradoras chabolas y paisajes austeros e inquietantes. Y todo esto lo hace con una gran exigencia profesional, talento y excelente técnica.

Escribía sobre él, J.L. Brea, uno de los referentes de la teoría y la crítica de arte del panorama artístico español, un gran amigo común tristemente ya fallecido: “Usando la fotografía como técnica principal de expresión artística, Ángel Marcos, nos sitúa delante de lo cotidiano haciéndonos reflexionar sobre nuestra propia condición. Sus imágenes nos invitan a disfrutar en una primera mirada, luego el espectador se sentirá sumergido en una especie de desazón o al menos de interés inquietante. Sus obras cargadas de un gran atractivo plástico, nos devolverán al mundo con una realidad crítica poco común.” 

La semana pasada, en un teatro Zorrilla repleto, con el boato clásico de la entrega de un premio, Angel Marcos dejó hablar a su maquinaria discursiva, poética, que se ha moldeado en sus muchas cámaras de fotos, y sobre todo, en su mirada, con muchos pájaros en sus ojos. Desglosó brevemente su trayectoria como un fotógrafo bregado en tareas publicitarias, cuya investigación artística va más allá de la simple reflexión mediática y lo anecdotario. Nos habló de la historia de sus imágenes –él ha sido precursor de la fotografía construida y expandida, trabajando con escenificaciones y construcciones, muy vinculadas a un lenguaje que profundiza sobre la generación de deseos y creaciones de necesidades en la sociedad, siempre en relación a los sistemas políticos, económicos o religiosos. Sus obras han mantenido una alta tensión de contenido social, donde se reflexiona sobre la importancia de pensar el proceso creativo a la hora de hacer una fotografía. Este Ángel, autodidacta, con grandísimo esfuerzo y cabezonería, determinó su estilo propio más allá de las etiquetas iniciales de surrealismo, dadaísmo, y de los conceptos freudianos, lacanianos o postmodernistas, con que le denominan sus críticos.

De vez en cuando le gusta –necesita– retornar a su tierra Medina del Campo, a su paisaje, a sus pinares, a sus campos, plazas y calles. Volver a sus amigos, para ir juntos a capturar pajarillos, muchos pájaros, que le llenen los ojos, para que agranden su mirada del mundo contemporáneo y generen siempre conocimiento y pensamiento. Además, necesita recuperar aquí, en su patria chica, los afectos, la creatividad, la pasión, ese romance exagerado, neurótico y emotivo que tiene Ángel con la fotografía.

Ya en los años 90, primero con su obra “Estampas personales” (1991) y después “La Fábrica” (1994) y con “Viaje por el Teatro Calderón” (1996), o Paisajes (1997), comienza Ángel Marcos a mostrar ciertos precedentes de los cambios que se van a producir en su trayectoria profesional primando la escenificación de la realidad en detrimento de la mera documentación y la anécdota. Sobre el trabajo de “Estampas personales” realizamos un vídeo en la Diputación salmantina. 

Pero mi relación con Ángel viene de antes, desde el trabajo audiovisual, en unos cursillos de cine en el Castillo de la Mota de Medina, años 1980 y 1981. E incluso ya con amigos comunes en 1978. Aún le recuerdo realizando fotos para catálogos comerciales y de carnet de DNI en FOCAL, en la Plaza del Pan, junto a la tienda de ferretería del señor Balmaseda. Y más tarde en la nave del polígono de Medina, en el Taller de La Imagen, cuando se dedicaba a la fotografía industrial –con especialidad en catálogos de muebles, vinos y de promoción turística y cultural. 

Allí, en las noches frías de niebla cerrada, preparábamos las primerizas exposiciones y trabajos artísticos de fotografía y vídeo. O en las estrelladas y claras de verano, cuando la fiestas de San Antolín –los fuegos artificiales, la suelta de vaquillas, las verbenas, las ferias, los bares–, con los amigos. Con el dúo Candeal, Félix y Toño, con el musicólogo Emiliano Allende. Con su hermano Dioni, con Dani Gay, con el “Pecas”, con Manolo Pino, el de caravana y los muebles. Con Manolo López, de Foto Profesional; con los salmantinos Tomás, Amable, Aníbal, y conmigo.

Desde los comienzos de su obra fotográfica más artística, siempre he contemplado las obras de Ángel Marcos, profundizando, como un diario íntimo en clave visual que nos expone diversas propuestas visuales, filosóficas, vitales. Y siempre estamos con él, porque nos permite, además de una amistad, estar ubicados en ese lugar de privilegio para leer su imágenes; después para contemplar la “relación de creatividad” entre él y sus representaciones. Y luego, como invitados de excepción y amantes partícipes en este triángulo creativo, si es que hemos asumido creativamente nuestra actividad lectora.

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