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| Vd. se encuentra en: - Nueva Villa de las Torres | |
NUEVA
VILLA DE LAS TORRES |
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PATRIMONIO MONUMENTAL
DE CASTILLA Y LEÓN |
TIERRA
DE PINARES |
Localidad: NUEVA VILLA DE LAS TORRES |
MENÚ DE CONTENIDO
Nueva Villa de las Torres, antaño Villanueva El municipio ha estabilizado un censo en decadencia gracias al regreso de vecinos a su pueblo natal
ANA ÁLVAREZ/MEDINA DEL CAMPO
De la primitiva historia del municipio de Nueva Villa de las Torres quedan aún en pie las ruinas de un castillo levantado en la época medieval, donde tal vez se asentó su poblado originario. También se han encontrado restos romanos en el pago denominado del Convento.
Hoy en día Nueva Villa conserva de su legado patrimonial un escudo noble de una casa solariega ubicada en la Plaza Mayor del pueblo y una pequeña iglesia consagrada a Santa María del Castillo, barroca del siglo XVI. Su planta es rectangular y cuenta con un amplio presbiterio y una sola nave de dos tramos, cubiertos con bóvedas orladas de ornatos en yeso.
Llena el muro absidal el retablo mayor (de estilo barroco) en cuya calle central, sobre la custodia, se encuentra la efigie del busto de la Asunción rodeada de ángeles. A ambos lados, en los intercolumnios, se hallan las imágenes de San José y San Román Nonato. No falta en la parte superior el clásico calvario. Sobre la cornisa más alta lleva grabada la fecha de 1734, que alude al año en que fue labrado. Junto a su cementerio se puede ver también la ermita del Cristo, que acoge una original cúpula de color rojo.
Nueva Villa se configura hoy como uno de tantos pequeños municipios en los que reina la tranquilidad y la vida sin prisas. Cuenta con 400 vecinos, un padrón que en los últimos años ha conseguido estabilizarse gracias al regreso de personas mayores que vuelven a sus raíces recién alcanzada la edad de la jubilación.
Servicios básicos
Todos los servicios básicos están cubiertos. Los sanitarios, con un médico de familia que atiende a la población de lunes a viernes. Hay una farmacia que abre los mismos días. Existen dos comercios de ultramarinos, dos despachos de pan, dos bares más el del centro de mayores y una carnicería. También hay un matadero que funciona con éxito y atiende la demanda de muchos municipios de los alrededores. Los jóvenes suelen emigrar en busca de empleo, pero los ocho niños en edad escolar disfrutan del lujo de disponer en el municipio del Colegio Rural Agrupado Tierras de Medina.
Esta localidad ha cambiado varias veces de nombre a lo largo de su existencia. En 1265, por ejemplo, se la menciona como Tuerrebarbas. Entonces era parroquia dependiente de la abadía de la cercana Medina del Campo, en cuya comarca se inscribe en la actualidad y a cuyo alfoz perteneció tiempo atrás. A mediados del siglo XVI adquiere el nombre de Villanueva de las Torres, apellido que conserva hoy en día y que comparte con numerosos municipios.
De rico pasado, tal y como atestigua el nomenclátor de Floridablanca en el que se la señala como 'villa de realengo' (finales del XVIII), cuenta algún historiador que en el sitio hubo en su día otra parroquia levantada bajo la advocación de San Juan, un convento de templarios y otros de monjas.
17-02-07 - "24 AÑOS SON MUCHOS, PERO ESPERO CONTINUAR".
A. Á./MEDINA DEL CAMPO
-A punto de finalizar este mandato municipal, ¿qué proyectos contempla?
-Hemos terminado de restaurar la torre de la iglesia y pronto iniciaremos las obras de la travesía viaria. A corto plazo tenemos pensado también construir un pabellón deportivo cubierto al lado de las piscinas municipales, que se inauguraron con mucho éxito hace un par de años.
-¿Se presentará a las próximas elecciones?
-Llevo 24 años de alcalde y son muchos, pero espero continuar. Cada vez las exigencias son mayores, pero no hay manera de que alguien tome el relevo. Parece mentira, pero la Alcaldía de un pueblo como este también lleva su tiempo, porque si no, no se consigue nada.
-Son muchos años al frente de la Alcaldía, ¿no?
-Sí, pero la ilusión no la he perdido ni la perderé nunca. A lo largo de este casi cuarto siglo de alcalde he adquirido mucha experiencia, tranquilidad y templanza ante determinadas circunstancias que han sucedido en el municipio.
-¿Qué futuro le espera a un pueblo como el suyo?
-No lo sé. Nueva Villa vive principalmente de la agricultura y el futuro es incierto. Aun así intentaremos sobrevivir de alguna manera. La construcción de viviendas sería una buena opción para conseguirlo.
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11-12-10 - Entre misas y novenas
La de la iglesia de Santa María del Castillo es la única torre que pervive en Nueva Villa de las Torres.
LORENA SANCHO | VALLADOLID.
NUEVA VILLA DE LAS TORRES
Población: 370 vecinos.
Distancia a la capital: 68 kilómetros.
Patrimonio: Iglesia de Santa María del Castillo, del siglo XVII. Custodia el Cristo del Humilladero, que por razones de seguridad se trasladó desde la ermita hasta el templo, así como el Cristo de la Buena Muerte, recientemente restaurado a través de un convenio de colaboración con la Diputación.
Fiestas: El 2 de julio celebra a Santa Isabel, la patrona, con verbenas y actividades lúdicas de todo tipo, mientras que el 14 de septiembre festeja al Cristo, que también sale en procesión cuando se realizan rogativas. También tiene gran arraigo la festividad de Santa Águeda y la de San Isidro.
Viticultura: Nueva Villa se encuentra dentro de la Denominación de Origen Rueda.
Curiosidades: En el siglo XVI se le cita como Villanueva de las Torres. Parece ser que albergó al menos dos conventos y pudo tener otra parroquia más.
Gentilicio: Jabardo.
Las torres que acompañan a Nueva Villa en su topónimo hace ya años que abandonaron el plural. Antiguos conventos e iglesias dejaron en soledad al templo de Santa María del Castillo, que dibuja su silueta con anchas formas desde la carretera que enlaza Villaverde con este pueblo ligado a la historia de Medina del Campo. Es aquí, junto a mugidos de vacas de pelaje variado acompasados por el vuelo de la avutarda que pueblan su término, donde Nueva Villa de las Torres amanece recogido y envuelto en una gama de grises y ocres que delatan su esencia RURAL.
Dos hombres aguardan junto al consultorio médico al cobijo del tenue sol de diciembre, una mujer sacude la alfombra asomada a su puerta de doble hoja, y dos más caminan con garbo hacia alguna de las tres tiendas que abastecen de género a la población.
Dos hombres aguardan junto al consultorio médico al cobijo del tenue sol de diciembre, una mujer sacude la alfombra asomada a su puerta de doble hoja, y dos más caminan con garbo hacia alguna de las tres tiendas que abastecen de género a la población.
El día a día de este pueblo de 370 vecinos sigue las pautas marcadas por la costumbre. La labranza recoge el oficio sembrado por sus vecinos, los dos bares escuchan su labor diaria y los locales municipales atesoran las innovadoras iniciativas de jubilados y amas de casa en su programa asociativo. «Y tenemos un pabellón cubierto que muchos días está lleno de gente, sin olvidar las piscinas, que en verano atrae a mucho personal», puntualiza un orgulloso Rufino Hernández, alcalde de la localidad.
Aquí el quehacer diario también va a misa. El acondicionamiento de la iglesia recae cada mes en los vecinos de una calle distinta. Se turnan para limpiarla y tenerla lista para los múltiples rezos y eucaristías que se celebran a lo largo del año. Elena Alonso, una vecina del pueblo, da fe.
Aquí el quehacer diario también va a misa. El acondicionamiento de la iglesia recae cada mes en los vecinos de una calle distinta. Se turnan para limpiarla y tenerla lista para los múltiples rezos y eucaristías que se celebran a lo largo del año. Elena Alonso, una vecina del pueblo, da fe.
Las misas que se celebran a diario tienen a esta mujer adjudicada la labor de campanera, mientras que los clamores y celebraciones dominicales recaen en otro vecino. Elena, además, se encarga junto a Lupi y Amparo de hacer las veces de sacristana para preparar al párroco todo lo necesario para la celebración de la liturgia. «Alguien lo tiene que hacer, porque el cura tiene más pueblos y no se puede centrar solo en éste, y así entre varios no cuesta nada», dice esta mujer, conocedora como ninguna de todos y cada uno de los recovecos de este templo.
La iglesia abre así incontables veces al año. A las novenas de la Inmaculada Concepción, la Virgen del Carmen, la del Rosario y el Corazón de Jesús se suma también la recientemente concluida a las ánimas o difuntos, que se celebra durante los nueve días posteriores a Todos los Santos. Además, en mayo y octubre conservan la costumbre de rezar el rosario todos los días, mientras que en Adviento y en Semana Santa huyen de las flores para que en la jornada de Navidad y en la de Resurrección broten con más fuerza entre las tres naves de este templo barroco del siglo XVII.
Operación Kilo
«¿Mucha gente? Pues bueno, en los novenarios solemos ser ocho o así, pero lo importante es que se conserva», añade Elena, quien destaca además que a través de la parroquia las mujeres impulsan la labor solidaria con la que Nueva Villa se suele volcar cada año. «La Operación Kilo aquí obtiene más de 300 kilos de productos no perecederos que van destinados a las Hermanitas de los Pobres de Valladolid», precisa.
La iglesia de Santa María del Castillo lidera así el patrimonio de este pueblo, que guarda entre sus muros dos valiosas tallas (un crucificado y el Cristo del Humilladero) y una más con un enorme valor sentimental, la de su patrona, Santa Isabel, que desde no hace mucho tiempo luce una restaurada imagen gracias a la intervención a la que la sometió la escultora y restauradora María Jesús Merino, que asentó su hogar en una vivienda del casco urbano de Nueva Villa de las Torres, salpicado de fachadas enladrilladas y viviendas de nueva construcción que mantienen una población fiel en un municipio que carga con la fama de decir tres mentiras en su topónimo: ni es nuevo, ni es villa ni tiene torres. «Pero Villa sí lo fue, que aparece en algunos documentos de la iglesia», apostilla Elena Alonso. «Y lo de torres, las hubo, aunque ahora solo queda ésta», añade el regidor.
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23-08-2020 - «Todo por y para Nueva Villa»
ESPECIAL MUNICIPALISMO. EL PATRIMONIO DE CASTILLA Y LEÓN
«Del proyecto que más orgulloso me siento es de las piscinas municipales»
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| Parte superior del presbiterio y el retablo mayor de la iglesia parroquial. |
RUFINO HERNÁNDEZ. ALCALDE DE NUEVA VILLA DE LAS TORRES
Tantos años como alcalde, ya van 33, dan para mucho, y por ello, me siento muy orgulloso de cómo ha cambiado la localidad de Nueva Villa de las Torres con el paso del tiempo. Sigo con la batuta al mando con la misma energía y fuerza que al principio, todo por y para el interés de esta localidad que en otros tiempos estuvo unida a la de Medina del Campo. En todas las legislaturas hemos trabajado duro para dar a Nueva Villa todos los servicios necesarios que le aportasen independencia. Tenemos consultorio médico, planta potabilizadora, farmacia, polideportivo, y además, formamos parte de la iniciativa de Comercio Rural de la Diputación.
Del proyecto que más orgulloso me siento es de las piscinas municipales. Éstas han permitido que en la época estival los villanovenses puedan disfrutar del verano sin tener que desplazarse a otras localidades. Para el futuro nos deparan otros retos que cumplir. Las prioridades de la agenda del Consistorio se centran en la pavimentación de varias calles y en la mejora del camino que da acceso a la piscina y al polideportivo. Aprovecho estas líneas para invitar a todos los visitantes y jabardos (gentilicio) a disfrutar de las dos fiestas de Santa Isabel el 2 de julio y Santo Cristo el 14 de septiembre.
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23-08-2020 - Nueva Villa: la torre a la que debe su nombre
ESPECIAL MUNICIPALISMO. EL PATRIMONIO DE CASTILLA Y LEÓN
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| Iglesia de Nuestra Señora del Castillo |
Sobre la planicie castellana se eleva la iglesia de Nuestra Señora del Castillo entre el eco de las antiguas cañadas.
A una distancia de cincuenta kilómetros de la capital, enclavada en tierras de Medina y erigida sobre restos medievales encontramos la iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Una joya del barroco construida en ladrillo en el siglo XVI que se levanta sobre una localidad que antiguamente se llamaba Villanueva de las Torres, de la que conserva el apellido y que hoy, ha pasado a ser Nueva Villa de las Torres.
Un pequeño camino delimitado por muros de piedra es el que acerca al visitante al sinuoso edificio, sin duda alguna, el más destacado de esta localidad.
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| Restos de una construcción en Nueva Villa de las Torres. |
Nuestra Señora del Castillo se edificó en el último tercio del siglo XVI sobre una planta rectangular que cuenta con un amplio presbiterio y una sola nave de dos tramos, sendos cubiertos con bóvedas orladas de ornatos en yeso.
La torre que se alza en el crucero y protagonista del topónimo del municipio está construida también con ladrillo y tiene tres cuerpos muy diferenciados, destacando la parte más alta en la que hallamos un campanario que sustenta una singular cruz de metal.
Accediendo por una restaurada puerta de madera y en apenas un vistazo el barroco se clava en las retinas del transeúnte. En el muro absidal se encuentra el retablo mayor que recientemente ha sido restaurado gracias a trabajos de limpieza y conservación que le garantizarán estabilidad y perdurabilidad en el paso del tiempo.
En la calle central del citado retablo, sobre la custodia, se encuentra la efigie del busto de la Asunción rodeada de ángeles. A ambos lados, se hallan las imágenes de San José y San Román Nonato. Un poco más arriba, se descubre el importante calvario, cuyos habitantes no quieren revelar el auténtico valor por miedo a que se lo arrebaten.
Sobre la cornisa más alta, Nuestra Señora del Castillo lleva grabada la fecha de 1734, que alude al año en que fue labrado.
Custodiando este templo barroco también se encuentran las imágenes de San Roque, San Isidro y Santa Isabel, la patrona del municipio a quien alude el dicho popular de la zona que «Hasta que no pasa Santa Isabel no se amaina el mal tiempo».
Del rico pasado de este pueblo, tal y como atestigua el nomenclátor de Floridablanca en el que se la señala como 'villa de realengo', cuenta algún historiador que en el sitio hubo en su día otra parroquia levantada bajo la advocación de San Juan, un convento de templarios y otro de monjas.
«Hasta que no pasa Santa Isabel no se amaina el mal tiempo», aseguran en el pueblo
En la actualidad ya nada queda de aquello y por ello los villanovenses tiene fiel advocación a su torre más alta, la iglesia de Nuestra Señora del Castillo.
Qué visitar
Patrimonio:
Ermita del Cristo: Conocida por su cúpula de color rojo, presenta una estructura exterior que recuerda a las iglesias ortodoxas del este de Europa.Casa solariega.Se conserva como legado patrimonial un escudo noble.
De interés:
Existe un lugar en el Camino del Caño de la Vega, que permite el alquiler de caballos y tras las fiestas de Santa Isabel se desarrolla un concurso de doma vaquera.
