Nuestra Madre Santísima de la Soledad (anónimo siglo XVI)
Una de las imágenes que mayor devoción despierta en Medina del Campo, especialmente durante la Semana de Pasión, es la de Nuestra Madre Santísima de la Soledad. En torno a Ella se ha formado una cofradía, fundamentalmente femenina, que cuenta en la actualidad con más de trescientos miembros.
Virgen
de la Soledad (anónimo siglo XVIII)
Su colocación en el lugar de presidencia del retablo de la Epístola de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias, es una clara muestra de la importancia que siempre tuvo para la Archicofradía. Junto con el titular y el Nazareno, componen en la cabecera las tres advocaciones fundamentales en el desarrollo del culto.
Cumple puntualmente con todas las características de la cultura llamadas de bastidor o candelero. En ellas solo se talla la cabeza y el tronco, en un mismo bloque, y las manos, pues el resto del cuerpo queda cubierto por las ropas. Los brazos son articulados para facilitar la disposición de las prendas y hacer posible distintas posturas que variaban según el ritual. El tronco se inserta en un bastidor que llega hasta el suelo, formando la base una pieza de madera donde se sujeta a las andas. Los complementos del vestido, pelo natural, corona, rostrillo (Adorno que se ponían las mujeres alrededor de la cara, y hoy se suele poner a las imágenes de la Virgen y de algunas santas.) y joyas, terminan, en la mayor parte de los casos, por dejar en segundo plano la importancia de la labor de la talla.
El desarrollo de este tipo de obras durante el barroco, ha llevado a pensar que fue en dicho periodo cuando se comenzó a utilizar la tela. Nada más lejos de la realidad. Tenemos noticias de época medieval en las que ya se habla de vestir imágenes y hay absoluta certeza de que en el siglo XVI era muy común. También en Castilla, aunque en no pocas ocasiones se ha afirmado que era propio de otras regiones.
A pesar de que cuenta con remotos antecedentes, el tema de la Soledad, en el que se representa a la Virgen con toca y vistiendo un riguroso luto tras la muerte de Cristo, adquirió una gran importancia desde mediados del siglo XVI. Tradicionalmente se viene afirmando que el punto de partida de la iconografía actual se encuentra en la famosa escultura que la reina Isabel de Borbón encargó a Gaspar Becerra, en 1565, para el convento de los Mínimos de la Virgen de Madrid. Era también imagen para vestir, aunque se diferenciaba de la de Medina por ofrecer a la Virgen de rodillas con la mirada dirigida hacia el suelo. La gran devoción que adquirió la iconografía daría lugar, por los mismos años, a la creación del modelo de pie. Así lo atestigua la utilización de esta variante en otras poblaciones hacia 1570.
Resulta muy problemático dar una cronología a esculturas como la que no ocupa en las que las modificaciones han sido continuas a lo largo de los siglos. En obras documentadas de otras cofradías, los libros de cuentas dan testimonio de reposiciones parciales con mucha frecuencia, casi siempre coincidiendo con la renovación del vestuario. No obstante, nos inclinamos a pensar que, bajo los repintes que hoy aparecen, puede encontrarse la original de la Archicofradía de las Angustias que se crea, en fechas próximas a 1567, con la Soledad como segunda advocación.
Aunque no se cumple en todos los casos, es norma casi general que en los ejemplares de los siglo XVII y XVIII se emplee el cristal para los ojos. Las lágrimas postizas y el gesto de dolor terminan por configurar una tipología mucho más patética que la que se ofrece en la de Medina del Campo. Por otro lado, la forma oval del rostro, los rasgos idealizados y el largo cuello encajan bien dentro de la escultura de los comienzos de la segunda mitad del siglo XVI. Posteriormente, se irían introduciendo cambios en sucesivas intervenciones, incorporándose brazos y manos nuevas, formando el bastidor, y añadiendo capas de policromía. En esta situación, es comprensible que nada pueda decirse sobre su posible autor.
De cualquier modo, esta escultura adquiere un gran interés para la Semana Santa de Medina del Campo al ser el único testimonio de una de sus más antiguas devociones.
La devoción que esta cofradía, NUESTRA MADRE SANTISIMA DE LA SOLEDAD Y VIRGEN DE LA ALEGRIA.
tenia ante la advocación de la Soledad que hasta el concilio vaticano segundo la cofradía de las angustias organizaba, el viernes santo antes de la procesión un acto denominado como SANTO ROSARIO Y SERMON DE LA SOLEDAD en el interior de la colegiata (y que actualmente se realiza del Martes Santo antes del rosario de la Soledad). Cuando se funda la cofradía del Nazareno mujeres con devoción a la imagen entregaban un ramo de flores a la Soledad antes de la procesión en nombre de "Jesús el Nazareno"
Autor: José María Magro Gutiérrez. Fotografías: Archivo de la Cofradía de Ntra. Madre Santísima de la Soledad y Virgen de la Alegría.
"Nuestra Madre Santísima de la Soledad"
Medina del Campo (Valladolid).
Fotografía del año 1945.
Si tenemos que referirnos a una de las imágenes que más devoción desata entre la población de Medina del Campo es la de Nuestra Madre Santísima de la Soledad. Aunque su origen es un tanto confuso, todo parece apuntar que la actual imagen de “La Soledad” podría haber sido la segunda titular de la Cofradía de la Quinta Angustia y Soledad de María pues era quien la veneraba.
Que esta imagen era importante para la actual Archicofradía de Nuestra Señora de las Angustias lo atestigua no solo su colocación en la Capilla titular de esta Hermandad (en el retablo lateral del lado de la Epístola), sino también a las actividades que realizaban en torno a esta advocación que no siempre ha recibido este nombre. La citada Cofradía celebraba con mucho regocijo y carácter festivo la fiesta de los Gozos de la Virgen el segundo día de Pascua del Espíritu Santo, cuyo centro era la imagen de la Soledad que, en aquel entonces recibía el nombre de Nuestra Señora del Espíritu Santo. Así, la denomina el teólogo medinense Joseph Antonio Velez Caballero en un libro, editado en 1749 en la imprenta de Pedro Ortiz Gallardo, en Salamanca que está dedicado a la Solemne Colocación de la Augusta Emperatriz de los Cielos María Santísima de las Angustias en el Magnífico nuevo trono de su capilla hermosa, se habla de la imagen de Nuestra Madre Santísima de la Soledad en estos términos: “en el colateral está colocado el prodigioso simulacro de Jesús Nazareno, y en el otro la Efigie de Nuestra Señora del Espíritu Santo, con otras imágenes”. Es por tanto, la denominada como Nuestra Señora del Espíritu Santo, la actual Virgen de la Soledad.
"Nuestra Madre Santísima de la Soledad"
Medina del Campo (Valladolid).
Fotografía del año 1945.
Y es que, esta imagen mariana, además de su importancia histórica vinculada con la Cofradía de las Angustias, también forma parte del sentimiento medinense durante todo el año. Se trata de una de las imágenes más veneradas de todas las que están al culto, y en torno a la cual se creó una cofradía, fundamentalmente femenina, en 1985. Si bien, esta imagen ha sido una de las representaciones dolorosas de la Virgen que, desde su creación, no ha dejado de procesionar nunca, principalmente el Viernes Santo por la noche. Primero, por los cofrades de la ya citada Cofradía de la Quinta Angustia y Soledad. Después (en el siglo XIX) por estudiantes de derecho y, finalmente a mediados del siglo XX, por funcionarios del Cuerpo de Correos y Telégrafos de la Villa de las Ferias. Son muchos los documentos que se conservan y nos dicen esto: por ejemplo, el Semanario El Medinense en su edición del 21 de abril de 1889, en relación con la denominada como Procesión del Santo Entierro, nos dice que “Los ocho pasos que formaban la procesión han sido los de otros años, es decir, el de la Oración del Huerto, Jesús Atado a la Columna, La Cruz a cuestas, La Crucifixión, el Descendimiento de la Cruz, Nuestra Señora de la quinta angustia, el santo sepulcro, y La Soledad, cuyas andas portaban los estudiantes de derecho (citándose cuatro nombres)”. Pues bien, de este párrafo podemos entender que Nuestra Madre de la Soledad ha procesionado siempre. Esto también se atestigua con la edición del 5 de abril de 1914. Interesante mención merece la edición impresa de este semanario del 1 de abril de 1917 en el que se relata que, antes de comenzar la Procesión del Santo Entierro (actual Procesión del Silencio) en torno a esta imagen se realizaba el Sermón de la Soledad. Así lo cuenta este periódico: “Viernes Santo. En la Iglesia Colegiata a las cinco y media de la mañana Sermón de la Pasión y por la tarde a las seis sermón de Soledad saliendo a continuación la Procesión del Santo Entierro”. De la lectura de este párrafo podemos concluir que el Sermón de Soledad se realizaba en torno a esta imagen. Por su parte, el Cuerpo de Correos y Telégrafos de la Villa comenzó a procesionar esta imagen en el año 1945 (siendo el programa de este año el primero en mencionarlo) bajo la advocación de Nuestra Madre Santísima de la Soledad.
La gran devoción que esta imagen suscita en Medina del Campo durante el siglo XX, especialmente entre la población femenina, hace que el 10 de febrero de 1985 se funde una cofradía en su honor, integrada por mujeres pertenecientes (en su gran mayoría) a la Asociación de Amas de Casa “Santa Ana”, bajo la advocación de Damas de la Soledad. Ese mismo año, y por primera vez en la villa de Medina del Campo, la imagen de La Soledad procesiona el Viernes Santo por la mañana en la recientemente creada como Procesión de El Encuentro. El programa oficial de esa Semana Santa relata que a las 11:05 de la mañana parte de la Iglesia Colegiata la Soledad acompañada de su Cofradía y las de Jesús Atado a la Columna, Descendimiento y Sepulcro. También nos indican que ese año, La Soledad cierra la Procesión General del Santo Entierro acompañada por la Cofradía de las Damas de la Soledad, que a lo largo de su historia ha cambiado de nombre varias veces. Así, la cofradía pasa a denominarse “de Nuestra Señora de la Soledad” en el año 1988, debido a la orden del Arzobispado de Valladolid de que en todas las cofradías pudieran participar hombres y mujeres por igual. En 1994, se incluye la advocación de la Virgen de la Alegría (adquirida por la cofradía en 1991) pasándose a denominar “de Nuestra Señora de la Soledad y Virgen de la Alegría”. El último cambio en su denominación fue en el año 2014 cuando a través de un convenio entre la Parroquia de San Antolín y la Cofradía se recupera su nombre histórico y pasa a convertirse “de Nuestra Madre Santísima de la Soledad y Virgen de la Alegría”, siendo este el nombre actual.
Así pues, la creación de la Cofradía ha supuesto un antes y un después tanto en la historia de la Semana Santa medinense como en la evolución del culto hacia Nuestra Señora de la Soledad. En la cuaresma de 1993 se pone en marcha la realización de un triduo en su honor, convirtiéndose en una de las cofradías más activas y que más actividades realiza durante todo el año: no solo con el citado triduo a su titular en la cuaresma sino también con la celebración de la Fiesta de los Siete Gozos de María, el segundo sábado del mes de mayo, con triduo a la Virgen de la Alegría. El Martes Santo, desde el año 2010, organiza el Rosario de Soledad y Esperanza con dos bellas imágenes: Jesús de la Expiración, un pequeño crucificado del taller de Olot de los años 40 del siglo XX, y la Virgen de la Esperanza, del taller de Belloso, encargada “ad hoc” para conmemorar el 25 aniversario de la fundación de la cofradía, a quien, en el año 2011 se la incluye la Cruz de la Soledad (del medinense Miguel Gómez). Este culto, parte del Hogar de San José de Ancianos Desamparados y recorre las calles del casco histórico mientras se canta y se reza el Santo Rosario. En este acto, de gran trascendencia devocional, se incluyó la lectura del Sermón de la Soledad, recuperándose en el año 2014 una de las tradiciones más bonitas de la Semana Santa medinense. En las puertas del Hogar San José, la Cofradía recibe el Domingo de Ramos al Cristo del Amor en la Peregrinación del Santísimo Cristo del Amor –Meditación de las Siete Palabras y realiza el Jueves Santo, ante la imagen del Yacente de la Vera Cruz (anónimo, 1600) el rezo de las Cinco Llagas de Cristo, antes de comenzar la Procesión de la Vera Cruz. Con Nuestra Madre Santísima de la Soledad procesionan el Viernes Santo en las procesiones de El Encuentro y Silencio y con su segunda titular, la Virgen de la Alegría, el Domingo de Resurrección. Además, en los meses de junio y agosto realizan cultos a sus patrones: San Antonio de Padua y Santa Teresa Jornet; participan del resto de procesiones marianas y sacramentales, especialmente en la del Corpus (la Cofradía fue la primera en colocar altar) y en el mes de diciembre la recientemente creada Fiesta de la Esperanza. Esta Cofradía tiene dos secciones: la de Damas y Caballeros de la Virgen, que procesionan con capa castellana, traje negro con blusa y guantes blancos o bien mantilla y la Sección de Penitencia que procesionan con túnica negra, adornos blancos y verdugo negro con cuello blanco.
Desde una perspectiva artística, la imagen de Nuestra Madre Santísima de la Soledad cumple con todas las características de las esculturas denominadas de bastidor o candelero. En ellas solo se talla la cabeza, y el tronco, en un mismo bloque, y las manos, pues el resto del cuerpo queda cubierto con las ropas. Su brazo es articulado y el tronco se inserta en un bastidor que llega hasta el suelo, formando la base una pieza de madera donde se le sujeta a las andas. Sus ropajes son negros, roto por el pañuelo blanco. Entre sus manos porta una corona de espinas y un pañuelo (anagrama de la Cofradía), a excepción del Viernes Santo por la mañana cuando la corona de espinas es sustituida por un rosario. Al finalizar la Procesión del Encuentro, una de las cofrades con mantilla entrega al Hermano Mayor Presidente la corona de espinas para que, en la intimidad de la Colegiata, coloque la misma y retire el rosario, cantándose la Salve Madre.
Así pues, la imagen de Nuestra Madre Santísima de la Soledad es una de las manifestaciones artísticas más importantes de Medina del Campo, tanto por su impronta histórica como religiosa y artística ya que es una de las pocas imágenes marianas de bastidor que se conservan en los templos de la villa.
Muchos nos preguntais el por qué si el anagrama de nuestra cofradía son las manos de la Virgen sujetando un pañuelo y encima la corona de espinas, aparece más veces con el rosario que con la corona de espinas ¿Quereis saber que simboliza la corona de espinas en nuestra cofradía? Cada año, cada Viernes Santo la Virgen de la Soledad procesiona por la mañana con rosario y por la noche con la corona de espinas. la corona de espinas simboliza los dolores de sus cofrades y en especial, la esperanza de la resurrección de nuestros difuntos. Con la corona de espinas la Madre de la Soledad porta nuestro dolor y nuestra esperanza, ¿para qué? Para que sea tornada en ALEGRIA Con el rosario manifestamos que la Virgen es nuestra Madre y que su protección nos la hace a través de nuestros rezos. Por ello, principalmente la imagen de "La Soledad" principalmente tiene corona de espinas en cuaresma, el último día de triduo y el Viernes Santo por la noche...
hoy 16 de enero 2015 el párroco de la cofradía y la junta de hermanos y hermanas mayores han firmado el acuerdo para la recuperación del nombre histórico de nuestra imagen titular. desde hoy veneramos a Nuestra Madre Santisima de la Soledad y si asi se ratifica seremos NUESTRA MADRE SANTISIMA DE LA SOLEDAD Y VIRGEN DE LA ALEGRIA.
01-03-16 -Virgen de la Soledad - Semana Santa 2016