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Medina del Campo. Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística
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PLANO DE DON GERARDO MORALEJA

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Plano callejero

A MIS QUERIDOS DISCÍPULOS:

Al levantar y dar a la estampa este plano de nuestra Medina, que tantas veces habéis visto pergeñar en el encerado, con trazos deformes, en nuestras lecciones de Geografía local, vosotros, que siempre sois objeto de todos mis desvelos, habéis llenado totalmente mi pensamiento, siendo el móvil principal de la obrita; por eso os lo dedico con la más cordial devoción.

GERARDO MORALEJA.

I. Este plano ha sido levantado sin los auxilios, aparatos e instrumentos que aconseja la técnica. No se busque, por tanto, en él una exactitud matemática, aunque ofrece desde luego la precisa para satisfacer la legítima curiosidad histórica y turística que es el fin propuesto.

II. Al fijar el sitio de los monumentos antiguos de que no ser conserva vestigio alguno, he tenido a la vista el plano levantado por el benemérito don Julián Ayllón, y los datos que brindan los historiadores señor López de Ossorio y don Ildefonso Rodríguez.

III. Los números rojos indican el lugar de los monumentos desaparecidos, y los negros el de los que existen actualmente.

Don Gerardo moraleja
D. Gerardo Moraleja Pinilla con un grupo de sus alumnos.
RELACIÓN NOMBRES DE ALUMNOS DE IZQUIERDA A DERECHA Y DE ARRIBA ABAJO.
Felipe Oyagüe, Finca San Luís, Luis Melgar, Cholo-Hurtado, Finca el Pinarillo, Julio López, Félix Carbajosa, Finca San Luís, Eduardo Pérez-Gallinas, Miguel Herrero, Bautista Reguero, Jesús Balsa, Alfonso Alonso, Alfonso Burgueño, Antonio López, Chole de la Vega Benegas, Luís Vega, Teodoro Sanz, Tomás Grande, Alejandro Calvo, Agustín Pérez-Gallinas,Isaac Moreno, José López, Alfonso Fidal, Fernando Mena, José Luís,B. Hispano, Miguel Díez, Antonio Velasco, José Portero,Cordobés, Teodosio Guerra, Francisco Cendón, Gregorio Rebollo, Amado Fernández, Miguel Sanz Garrido, Jesús Parrado, Galván, Gregorio Gutiérrez,¿ ?, José Rodríguez, Gregorio Cuesta, Enrique Molina, Bautista..., Jesús Vicente Manzano, Mariano Núñez, D. Gerardo Moraleja, Jesús Serrano, Roberto,B. Hispano, José Luis Lambás, Hervella, Antonio Sánchez, Octavio de Ávila, Sixto Álvarez, Pedro Díez, Santiago Caviedes,Fernando Lambás.

PREÁMBULO

D. Gerardo Moraleja Pinilla
D. Gerardo Moraleja Pinilla

La sola inspección de las líneas rojas, de trazo grueso, indicadoras de las murallas, revela la evolución experimentada por la población a través de los siglos.

Fue primero un núcleo de casas edificadas en lo más alto de la colina, a las que hubo necesidad de amparar contra enemigos poderosos, y surgieron, como órgano de defensa, esos muros de cal y canto (cuyos restos contemplamos aún) formando ciudadela formidable, con solo dos puertas, las señaladas con el número 1, aunque tengo para mí que hubo una tercera, al sur de la cifra 3 del número 32 indicador del Castillo, pues se conserva parte del arco, sin objeto a los fines del Castillo.

Pero más tarde la población crece: desborda las murallas extendiéndose por toda la meseta, hasta llegar al Zapardiel por el sur y a la Adaja por el norte, y surge un nuevo recinto amurallado, cuyas puertas son las designadas con los números 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16, que no obstante ser muy posterior a la primera muralla, sin duda por ser la fábrica de ladrillo, ha resistido menos los embates del tiempo o la codicia de los hombres, pues ha desaparecido totalmente.

Todavía sigue creciendo la población; el caserío salta, de un lado el río y del otro el arroyo, y no estarían muy lejos los enemigos cuando los medinenses levantan el tercer cerco de murallas, que empieza en el 10; continúa por el 18, 23 y 27 a unirse con la segunda muralla cerca del 14. Ningún resto queda de esta muralla, pero de sus existencia darán testimonio muchos ancianos por haber visto, cuando eran niños, las puertas de Valladolid (número 19), la de Salamanca (número 25) y la de Ávila (número 27). No paró aquí el desarrollo de la población, puesto que se edificaron posteriormente, extra muros, los arrabales de Ávila, Salamanca, Las Reales y la Antigua (éste desaparecido).

Ahora bien, ¿cuando ocurrió todo esto? Difícil es averiguarlo. Mi pobre opinión es que todo es posterior a la invasión agarena, y que los enemigos de quienes con tanto tesón se defendían nuestros nuestros ascendientes eran los moros, contra los que parece que tendrán que luchar aún, más de una vez, nuestros descendientes. Sin embargo, menester es añadir que, supuesta la identidad (en la que no creo) de Sarabria y Medina, que con tantos detalles defiende el señor López de Ossorio, habrá que admitir que el 1º y 2º recinto son anteriores a la conquista de los árabes, obra por tanto de los romanos, porque es cierto, que el godo Leovigildo puso sitio a Sarabria, la cual se defendió largo espacio amparada en sus murallas. Esto aparece confirmado por el hecho de llamarse del Real la puerta de la segunda muralla señalada con el número 10, por dar frente al campo donde sentó su real el rey Leovigildo..

 
EXPLICACIÓN DE LOS MONUMENTOS DESAPARECIDOS
 

EXPLICACIÓN DE LOS MONUMENTOS
ACTUALES EN SU ÉPOCA

1
Puertas de la muralla
1
Parroquia Mayor de San Antolín
2
Parroquia de Santa María del Castillo
2
Ayuntamiento
3
Parroquia de Santa Cruz
3
Ermita de Ntra. Sra. de San Julián
4
Parroquia de San Juan Evangelista
4
Ermita de Ntra. Sra. del Amparo
5
Parroquia de San Salvador
5
Convento de Monjas Trinitarias
6
 Parroquia de San Llorente
6
Hospital de N. Sra. de la Concep. y San Diego de Alcalá
7
Parroquia de Santo Domingo
7
Colegio de Hermanos Maristas
8
Parroquia de San Pablo
8
Carnicerías
9
Monasterio de San Bartolomé
9
Parroquia de San Miguel
10
Parroquia de San Nicolás
10
Parador de San José
11
Puerta de Tordesillas
11
Iglesia de Santo Tomás
12
Puerta de la Vega
12
Hospital de la Trinidad
13
Puerta de Salamanca
13
Convento de Santa Clara
14
Puerta de Santa María
14
Convento de Santa Isabel
15
Puerta del Sol
15
Antiguo Mayorazgo de Murga y Barrera
16
Puerta del Arcillo
16
Palacio de Dueñas
17
Parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias
17
Carmelitas Descalzas
18
Puerta de San Pedro
18
Convento de Santa María Magdalena
19
Puerta de Valladolid
19
Palacio del Marqués de Cilleros
20
Parroquia de San Esteban
20
Iglesia de Santa María del Castillo
21
Puerta de Santiago
21
Teatro Isabel la Católica
22
Parroquia de Santiago
22
Antiguo Mayorazgo de Montalvo
23
Puerta de San Agustín y Convento de Ntra. Srª de Gracia
23
Palacio del Marqués de Falces
24
Portillo de la Cruz Verde o del Rey
24
Iglesia de San Martín
25
Puerta de Salamanca
25
Palacio del Condado de Bornos
26
Portillo del Carmen n y Convento de Santa Ana
26
Parroquia de Santiago
27
Puerta de Ávila
27
Convento de Santa María la Real de Dueñas
28
Monasterio de San Saturnino
28
Convento de Carmelitas Descalzos
29
Parroquia de los Santos Facundo y Primitivo
29
Casa-palacio conde de Adanero
30
Convento de San Francisco
30
Palacio del Marqués de Tejada
31
Palacio Real
31
Cuartel del Marqués de la Ensenada
31
Hospital de San Antón
32
Castillo de la Mota
33
Convento de San José
33
Ermita de San Roque
34
Parroquia de San Juan de Sardón  
35
Convento del Corpus
36
Parroquia de San Andrés y Convento de Dominicos
37
Casas Consistoriales
38
Ermita de San Lázaro
39
Convento de Trinitarios
40
Ermita de San Cosme y San Damián
41
(No está tan claro) Ermita de San Cosme y San Damián

EPÍLOGO

Tal vez algún lector, saturado de la literatura frívola del día de ayuno completamente de historia, haya sacado de la lectura de este librito la consecuencia de que Medina, en la antigüedad, fue solamente murallas, conventos y hospitales. Y sin embargo no fue así; las murallas, conventos y hospitales fueron exponente de su positiva opulencia.

Oigamos a Pérez Galdós en el prólogo a la obra "Vieja España" de Salaberría: "Visitando la noble villa de Medina, recorriendo su inmensa plaza y las calles vetustas, asalta la duda de que allí tuviera el comercio la extensión y cuantía de suponer algunos autores. Cierto que las anchuras de la plaza indican un mercado concurridísimo y considerable; ¿pero éste sería tal que diera lugar a que los banqueros de aquel tiempo giraran anualmente quinientos millones de ducados?".

"Además dice la tradición que en Medina la industria del curtido y adobo de cordobanes, suelas y pergaminos alcanzaban valores fabulosos y que poseía las mejores y más activas imprentas de Castilla".

Parece que el ilustre novelista dudaba algo de tanta riqueza; pero no hay fundamento para la duda. Veamos lo que dicen los archiveros señores Espejo y Paz en la investigación histórica sobre las antiguas ferias de Medina del Campo que en los juegos florales celebrados con motivo del cuarto centenario de Isabel la Católica en 1904, obtuvo el premio de mil pesetas donado por don Eusebio Giraldo, espléndido patrocinador de cuanto interesaba a nuestra villa.

"En Medina del Campo el centro de la contratación de ambas Castillas, León Andalucía, Granada, Murcia, Aragón y Navarra, donde se agolpaba una multitud de hombres de negocios naturales y extranjeros, milaneses, genoveses, ingleses, bretones, portugueses y de otras naciones.

La mayor parte de lo que se fabrica en España o se descarga en sus puertos, incluidas las flotas que a Sevilla arribaban de Indias, era destinado a Medina del Campo. Abundaban las ferias en perlas, joyas, sedas, paños, brocados, telas de oro y plata, lienzos, drogas, cerería y especiería, y en toda suerte de géneros labrados en Francia, Inglaterra, Flandes, Milán y Florencia y frutos adquiridos de primera mano de los negociantes de Portugal y Alejandría que frecuentaban los mares de Levante. Acudían allí también mercaderes y tratantes con ganados mayores y menores y bestias de toda clase domadas y por domar, y todo género de cuatropeazgo, cabezas, manadas y rebaños, carnes muertas, frescas y acecinadas, pescados frescos del mar y río... Más con ser tan extenso, variado y cuantioso el comercio de toda clase de artículos, era poza cosa en comparación de las sumas verdaderamente fábulas que se cruzaban en cédulas, letras y toda clase de giros... Sempere y Guarinos, refiriéndose a las ferias de 1565, asegura ser las de Medina las más concurridas de Europa y que en ellas se giraban letras por valor de 135 millones de escudos. Consta por declaración de los mismos que ejercían el oficio de cambio que era 5 o 6 los que acudían a las ferias y que en cada una escribían 3 manuales de 1500 hojas por lo menos, donde asentaban los giros y partidas que cobraban y pagaban, teniendo tal importancia su cargo, que prestaban 40.000 ducados a fianzas.

Charles Voges, uno de los traductores de la obra de Schrer, dice que en Medina del Campo se tenían grandes ferias donde afluían las mercaderías del país y las del extranjero y cuya circulación en letras de cambio, lingotes y especies fue valorada en 662 millones y medio de francos por un ministro de Felipe II en una sesión de cortes de 1563... Era tanta la gente que acudía a las contrataciones, que no pudiendo acomodarse los mercaderes en las posadas, comían, dormían y negociaban en las casas levantadas e improviso con tablas y dispuestas en grandes hileras... Como consecuencia de tanta grandeza, presentaba Medina un estado de urbanización notable para su época y hacía cuantiosos gastos de sus propios y rentas para mejorar sus condiciones, todo en beneficio y fomento de las ferias. Alcanzaba licencia de los Reyes Católicos para gastos 25.000 maravedíes a fin de hacer una alberca y abrevadero en el camino de Medina a Dueñas, sitio llamado Fuentelapeña ((1) Sin duda que los eruditos archiveros transcribieron mal la palabra que debe ser Fuentelapiedra, pues así se ha llamado siempre la alberca de referencia) a media legua de aquella cuya obra era muy necesaria para recogerse el gran número de caballerías que conducían a los feriantes en una dehesa contigua... Se fomentaba el arbolado para la gran necesidad de madera que había para las muchas construcciones que con motivo de las ferias se hacía, sin contar el consumo de combustible, ya ordenado repoblar las arboledas y plantas viñas por cédula de Alcalá de Henares de 20 de enero de 1498, ya confirmado el 15 de septiembre del mismo año las ordenanzas de Medina del Campo sobre plantío de árboles en las viñas en que se mandaron poner dos frutales y dos maderables por aranzada... Tenemos entendido, conforme a noticias que nos merecen entero crédito que los actuales Rotschilds, descendientes de judíos medinenses, tiene pruebas de esta su ascendencia..."

Larga ha sido la cita, pero interesantísima, y ¡como nos llena de pena el considerar que después de cinco siglos de estar encareciendo el fomento de arbolado, tenga entre nosotros el árbol tan pocos amigos y sean, por el contrario, tan numerosos los destructores de esa gente poderoso de civilización y de riqueza, de ese obrero incansable y gratuito que,como decía Costa, ni se declara en huelga, ni vocifera gritos subversivo, ni socava los cimientos del orden social y que... anhela ser explotado!.

Corrobora esta importancia de las ferias el hecho de aposentamiento de feriantes prescrito en las Ordenanzas del año 1421, dadas por doña Leonor, viuda del infante y rey don Fernando. según ellas en la calle de la Rúa habían de colocarse los mercaderes que traían paños mayores de lana y otros de fuera del Reino, de oro y de seda, etc... y los cambiadores; en las Cuatro Calles los vendedores de paños llamados de la tierra; en la actual Bernal Díaz del Castillo, los plateros; los joyeros en la que todavía apellidamos acera de la Joyería de la Plaza Mayor; en el Portillo los silleros y freneros; en la calle de Salamanca, los vendedores de cera, pez, aceite y espartería; ante el actual Ayuntamiento y Colegiata los mercaderes de mantas, poyales, tapetes, alfombras...; en la acera de la Mercería los ropavejeros, jubiteros y calceteros; hacia los mesones de la Rinconada los armeros y buhoneros; entre la Rúa y San Francisco los lenceros, aunque más tarde debió haber alteración porque Ossorio la llama acera de la Especiería; en la calle del Pozo los vareadores menores que traían paños de Palencia; de San Miguel a la Puentecilla (¿Sería la calle de Valladolid) los comerciantes de cueros curtidos y por curtir; cordibanes, badanas casca y zumaque; en la calle e San Juan del Azogue (Actual camino del cementerio) los pescaderos; hacia San Salvador (número 5 rojo) los albarderos; en la Herrería (creo que entre la de Isabel la Católica y el ferrocarril) los vendedores de hierro, acero, herrajes y calderería; en la plaza de la Adajuela el ganado cerril, asnos, potros y yeguas...; en la Plaza de San Andrés el pan en grano y la madera.

Cuando tan amplio escenario como el descrito necesitaban los negociantes para sus operaciones comerciales, demostrado está que éstas eran verdaderamente cuantiosas. No omitiré un dato, tomado también de los señores Espejo y Paz, pero referido por Pedro de Medina en "Grandezas y cosas memorables de España". Dice así este escritor: "Vi muchas casas de mercaderes que solo en libros trataban, según fui informado, en diez o doce mil ducados, y de verdadera literatura, no de esa bazofia verde y roja que actualmente está emponzoñando a la juventud".

No solo fue grande e intensa la vida comercial de Medina en su edad de oro; lo fue también la vida agrícola. De esta verdad tenemos elocuente testimonio en los numerosos silos para grano que por doquier se descubren en la parte alta de la población, y en las muchas galerías de bodegas que todavía existen y que no abrirán ciertamente los medinenses para estar vacías, como ahora, sino para guardar sus abundantes cosechas de vinos.

Consecuencia de esta prosperidad fue el aumento de población que llegó, según el Memorial Histórico, a casi 16.000 vecinos, que no ha de entenderse habitantes, como han creído algunos equivocadamente, entre ellos los citados señores Espejo y Paz, sino cabezas de familia, pues más adelante dice que en 1631 había bajado la población a mil vecinos, y que los años siguientes habían desaparecido 350 familias por mortandad, quedando en 700 vecinos, luego es evidente que cuando habla de vecinos entiende familias u hogares.

Por tanto, puede asegurarse que Medina del Campo alcanzó en su apogeo una población de más de 60.000 habitantes, lo que está en perfecta consonancia con lo que dice el mismo Memorial, a saber: que tenía más de 200 casas de caballeros, señores de vasallos; 124 calles, 14 plazuelas sin la Plaza Mayor y sin los arrabales que eran mayores que la villa.

Si a esto añadimos que, entre Medina y los pueblos que actualmente la circundan, existieron los siguientes desaparecidos: Pero Miguel (del que se conserva un muro entre la carretera de Gallinas y la vía de Segovia). Serranillos, Villafuertes, Tovar, La Golosa, y la Horcilla, podemos afirmar que la densidad de población de Medina y su comarca fue en aquellos tiempos doble, cuando menos, en nuestros días.

¿Nos será permitido soñar en una futura Medina igualmente próspera y poderosa? No solamente soñar; aspirar con esfuerzo continuado a tocar esa meta, por lejana que parezca, es obligación de todo buen medinense.

Ya tuvimos en el siglo pasado la fortuna de ser extraordinariamente favorecidos en las comunicaciones ferroviarias. Ya se han plantado en este siglo los jalones para remediar una de las causas de su decadencia. Julio Senador en "Castilla en escombros" dice: "Medina del Campo, ciudad de seis mil habitantes, nunca ha tenido agua limpia hasta que, por casualidad, se acertó hace pocos años con un pozo artesiano. Fue en sus tiempos la primera ciudad de Castilla y hoy es poco más de una aldea. En su lamentable decadencia medían causas históricas; pero la principal y decisiva es haber bebido aguas infectas que la han envenenado". Si parecen hiperbólicas estas frases del pensador castellano, rebajemos lo que sea prudente y todavía encerrarán un fondo de verdad suficiente para concluir con la canalización del Zapardiel -la traída de aguas y el alcantarillado, por lamentables y condenables que sea los errores padecidos en su ejecución, son obras que, a la larga y pensando el alto, hemos de juzgar grandemente beneficiosas y de las que no se ha de arrepentir Medina. El dinero mejor gastado es el empleado en conservar la salud.

Resuelto este problema básico de la salubridad, queda por resolver otro indispensable para el acrecentamiento de Medina.

Muchas circunstancias dificultan que Medina sea predominantemente industrial. Por otra parte, la organización moderna del comercio hace casi imposible hogaño aquellas ferias que nos trajeron antaño la opulencia. Menester es por consiguiente buscarla por otro camino. Éste no será el procurar que haya cuatro funcionarios más o menos en cualquiera de los centros burocráticos, ¡Desdichada Medina si cifra su anhelo de grandeza en ser una villa presupuestívora! La posible grandeza está únicamente en fomentar la riqueza suya y la de su comarca; ésta no es otra que la agricultura y ciego será quien no lo vea. Pero se da el caso peregrino que aquí se estudia de todo (no mucho ciertamente) menos de Agricultura. Aquí se estudia para médico, para abogado... para todo menos para saber cultivar científicamente nuestros campos, único manantial inexhaurible de verdadera riqueza. Mientras esto suceda, lejana está nuestra ventura.

Claro es que antes tiene que cambiar radicalmente la presente economía, en la que la agricultura, no obstante ser la fuente primaria y fundamental de toda riqueza, ofrece menos alicientes y mayores afanes y desvelos a sus cultivadores que cualquiera otra profesión u oficio, por lo que el éxodo de los agricultores a otras ocupaciones menos agobiadoras es cada vez mayor. Cambie la decoración y sea la agricultura la ocupación más pingüe y prometedora, y las actuales colas interminables de opositores a la Burocracia, que indiscutiblemente ofrece un porvenir más holgado y apacible, se convertirán en aspirantes al culto de Ceres, y entonces, cuando nuestros labradores (el 80 por ciento de la población) naden el la comodidad, ya que no es la opulencia. Castilla volverá a ser próspera y Medina recuperará su pretérita grandeza.

Ya tenéis una idea, queridos discípulos míos, de lo que fue vuestro pueblo en los tiempos pasados. Tiene, en verdad, una historia brillante que si por un lado debe ufanaros, por otro os obliga muchísimo a continuarla dignamente y a abrillantarla más y más. Claro es que ha tenido Medina y tiene sus lunares y sus defectos, ¿que pueblo no los tiene?, pero no sois vosotros los llamados a ponderarlos, sino a recatarlos como recataís vuestras propias imperfecciones cuando las reconoceís. Precisamente esos lunares defectos deben estimularlos a que resalten en ellos como en claro-obscuro, vuestras virtudes, vuestra honradez acrisolada, vuestra inteligente laboriosidad. Si, vuestra inteligente laboriosidad, porque creo que este carácter no resalta lo suficiente en vuestra fisonomía moral. Hay que criticar menos y trabajar más; hay que censurar menos al vecino y esmerarse más en el cumplimiento de las propias obligaciones, para que la economía del pueblo sea más próspera; hay que recordar diariamente aquella sentencia revelada: "comeré el pan con el sudor de mi frente"; luego si no trabajo no debo de comer, y si como sin trabajar robo el fruto del trabajo ajeno; y su trabajo al buen tuntún, sin perfeccionar constantemente mi obra, soy un autómata, no soy ser racional.

Así tenemos que discurrir, amiguitos míos, si queremos de velas engrandecer y abrillantar a Medina. El trabajo vuestro ahora es el estudio; estudiad muchísimo porque la ignorancia enmohece la inteligencia que es, iluminada por la fe, el faro de vuestra existencia.¿Que sería de un automóvil que apagara sus faros en una carretera nocturna? Así camina el ignorante por la senda de la vida.

Y hago punto y final con la halagadora esperanza de que este librito, que guardaréis como oro en paño, no por ser mío sino por hablaros de Medina, os estimulará a ser mejores medinenses, porque vuestra patria grande, la gloriosa España, necesita, hoy quizá más que nunca, de excelentes ciudadanos.

Don Gerardo Moraleja Pinilla
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19-04-08 - La asociación de "Antiguo Alumnos de don Gerardo Moraleja" celebrará el 23 de abril el nacimiento del nacimiento de su maestro y mentor.

T.G.S.

La Asociación de Antiguos Alumnos de D. Gerardo Moraleja ha organizado un amplio programa de actos para conmemorar el 23 de abril el aniversario del nacimiento de su maestro.

Así, a las 12:00 horas se oficiará en la Iglesia Colegiata de San Antolín una misa en recuerdo del presbítero, a cuyo término los socios se dirigirán al Centro Cultural Integrado "Isabel la Católica", para celebrar en el salón de actos del mismo una asamblea general ordinaria, que dará comienzo a las 12:30 horas, en primera convocatoria.

Entre los puntos incluidos en el orden del día se encuentra la elección de la nueva Junta Directiva, así como el correspondiente informe del tesorero. Además, se informará a los asistentes de las obras realizadas en el panteón de D. Gerardo Moraleja, así como de su importe y forma de pago.

Una vez finalizada la citada asamblea, a las 13:30 horas, está prevista una ofrenda floral en el monumento al sacerdote, que se encuentra ubicado en la Plaza de Segovia.

Por último, los integrantes de la Asociación de Antiguos Alumnos de D. Gerardo Moraleja se reunirán en el Restaurante "Mónaco" de la localidad, a las 14:30 horas, para dar cuenta de un almuerzo de hermandad.

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25-09-09 - Monumento dedicado a don Gerardo Moraleja Pinilla

Monumento dedicado a don Gerardo Moraleja Pinilla
Monumento dedicado a don Gerardo Moraleja Pinilla
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